Conservar impecables los calcetines blancos puede parecer una tarea complicada, pero existen técnicas simples y económicas que permiten restaurar su apariencia sin afectar las fibras del tejido. La pérdida de blancura suele deberse al uso constante, el sudor o la acumulación de suciedad; sin embargo, con algunos ingredientes básicos es posible devolverles un aspecto renovado.
A continuación, se describen métodos eficaces para lograr un blanqueado uniforme desde casa.

¿Cómo recuperar el color original?
Según el sitio especializado Cleanipedia, no es necesario recurrir a productos costosos ni a procesos complejos. La clave es realizar un remojo adecuado que remueva manchas y elimine el tono grisáceo que aparece con el tiempo. Uno de los métodos más recomendados consiste en usar bicarbonato de sodio: solo hay que añadir una cucharada a un recipiente con agua caliente y dejar los calcetines en remojo durante al menos dos horas. Esta mezcla afloja la suciedad y neutraliza olores.
Otra alternativa es el vinagre blanco. Para aplicarlo, se sugiere mezclar un litro de agua hervida con una taza del producto y dejar reposar los calcetines toda la noche. El vinagre funciona como desinfectante y suavizante, además de ayudar a eliminar manchas difíciles sin lastimar el tejido.
También puede utilizarse sal como agente aclarador. Al disolver dos cucharadas en un litro de agua tibia, se obtiene una solución capaz de remover suciedad superficial y revitalizar las fibras. Después del remojo, los calcetines deben lavarse con un detergente suave para completar el proceso.
Una vez terminado el remojo, se recomienda frotar las zonas más percudidas con un poco de la misma mezcla usada o con una pasta de bicarbonato y limón, o bien de bicarbonato y agua oxigenada. Este paso mejora el resultado final y ayuda a recuperar un tono más parejo.

Posteriormente, deben colocarse en la lavadora y lavarse de forma habitual, de preferencia separados de prendas de color para evitar nuevas manchas. El secado también influye: aunque la luz solar potencia el efecto aclarador, es mejor dejarlos secar a la sombra para evitar que adquieran un tono amarillo con el tiempo.
Para conservarlos blancos por más tiempo, lo ideal es lavarlos después de cada uso y únicamente junto con otras prendas claras. De esta manera, se evita la transferencia de pigmentos y se reduce la acumulación de suciedad que provoca el oscurecimiento del tejido.
