El cacahuate, fruto seco muy apreciado por su versatilidad en la cocina, ofrece múltiples beneficios para la salud, aunque también tiene algunas contraindicaciones para ciertos grupos.
Esta semilla, originaria de América del Sur, comenzó a cultivarse hace siglos, con registros arqueológicos en Perú. En México, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales señala que los primeros cultivos se dieron en Tehuacán, Puebla, donde se diversificó su preparación: tostado, salado o dulce, e incluso como ingrediente en distintos platillos.
Según la Fundación Española de Nutrición, el cacahuate es una fuente rica en proteínas, vitaminas, minerales y grasas saludables. Su consumo se recomienda especialmente para mujeres embarazadas, ya que contribuye al desarrollo y crecimiento del bebé y ayuda a reducir el riesgo de malformaciones.
Además, fortalece los sistemas inmunológico, nervioso y musculoesquelético, y ayuda a prevenir enfermedades como anemia, diabetes, aterosclerosis y problemas cardiovasculares. También favorece la concentración, la memoria y ayuda a calmar la ansiedad.
A pesar de sus beneficios, su ingesta no es adecuada para todos. Personas con alergias, problemas digestivos, hipertensión o niños menores de tres años deben evitarlo o consumirlo con precaución.
El cacahuate es, sin duda, un aliado nutritivo cuando se consume de manera responsable y dentro de una dieta equilibrada.