El cuidado de la microbiota intestinal se ha convertido en un aspecto esencial para preservar la salud digestiva y prevenir enfermedades a largo plazo.
Durante décadas, los antibióticos han sido aliados clave contra las infecciones bacterianas. Sin embargo, su uso prolongado o excesivo podría tener efectos más amplios de lo que se creía. Investigaciones recientes han vinculado el consumo frecuente de estos fármacos con un posible aumento en el riesgo de desarrollar cáncer colorrectal, una de las patologías más comunes en el mundo.
Una relación entre antibióticos e intestino
El intestino humano alberga millones de bacterias beneficiosas que conforman la microbiota intestinal, indispensable para mantener el equilibrio digestivo y fortalecer el sistema inmunológico. No obstante, los antibióticos eliminan tanto bacterias dañinas como aquellas que protegen el organismo.
Cuando este equilibrio se altera —una condición conocida como disbiosis intestinal— el sistema digestivo puede volverse más propenso a inflamaciones crónicas y lesiones en las células del colon, factores que podrían favorecer la aparición de tumores con el paso del tiempo.
Evidencia científica
Un estudio publicado en el Journal of the National Cancer Institute mostró que quienes tomaron antibióticos por periodos prolongados presentaban mayor probabilidad de desarrollar cáncer colorrectal, sobre todo en la parte derecha del colon. Los investigadores destacaron que las penicilinas podrían modificar de manera significativa la composición del microbioma intestinal.
Asimismo, un análisis de la Universidad de Umeå, en Suecia, examinó los historiales médicos de más de 40 mil personas con cáncer colorrectal y observó que el riesgo aumentaba hasta un 17 % en quienes habían consumido antibióticos durante varios años, frente a quienes no los habían tomado.
Diferencias entre tipos de antibióticos
Los expertos señalan que el riesgo no es igual para todos los medicamentos. Los antibióticos de amplio espectro, que eliminan una gran variedad de bacterias, tienden a reducir la diversidad microbiana del intestino, mientras que los de uso limitado o espectro reducido podrían generar un impacto menor. No obstante, aún se requiere más investigación para precisar estos efectos.
Uso responsable y medidas preventivas
Los especialistas insisten en que los tratamientos antibióticos deben seguirse siempre bajo indicación médica. Automedicarse o utilizarlos sin necesidad puede alterar gravemente la flora intestinal y favorecer la resistencia bacteriana.
Para mantener un intestino saludable, se recomienda consumir alimentos ricos en fibra, frutas, verduras y productos fermentados, que ayudan a restablecer el equilibrio microbiano tras un tratamiento antibiótico.
Aunque estos medicamentos siguen siendo indispensables para la medicina moderna, los estudios advierten que su abuso podría estar vinculado a un mayor riesgo de cáncer colorrectal. Los científicos aclaran, sin embargo, que se trata de una asociación y no de una relación causal directa, por lo que subrayan la importancia de usarlos con responsabilidad y bajo supervisión profesional.