Sus beneficios no se detienen ahí, incluir yogur en la dieta también puede contribuir a vivir más y con mejor calidad de vida.
Para proteger el corazón y prevenir problemas como hipertensión, infarto o accidente cerebrovascular, la alimentación juega un papel fundamental. Dentro de ella, el yogur se destaca como un alimento funcional capaz de favorecer la salud cardiovascular.
Consumir yogur y otros lácteos fermentados de manera regular no solo resulta delicioso, sino que también puede cuidar el corazón y mejorar la calidad de vida. Más allá de su versatilidad, la ciencia respalda sus efectos positivos.
Un metaanálisis con datos de más de 385 mil personas de distintos países reveló que el consumo habitual de lácteos fermentados se asocia con hasta 17% menos riesgo de enfermedad cardiovascular, mientras que el yogur mostró una relación de hasta 22% menos riesgo.
Los resultados son aún más claros en personas con hipertensión. Aquellos que consumen dos o más porciones de yogur a la semana, como parte de una dieta equilibrada, presentan menor probabilidad de infarto o accidente cerebrovascular, en comparación con quienes lo consumen esporádicamente. En este grupo, las mujeres reducen su riesgo en 17% y los hombres en 21%.
Además, el consumo regular de yogur se relaciona con una mayor longevidad y mejor salud general, al asociarse con un menor riesgo de muerte, especialmente por enfermedades del corazón.
El efecto protector del yogur podría explicarse por las propiedades de sus componentes. Este alimento aporta micronutrientes y proteínas esenciales que ayudan a controlar la presión arterial. Sus grasas saludables ejercen efectos antiinflamatorios, mientras que minerales como calcio, potasio y magnesio contribuyen a disminuir el riesgo de accidente cerebrovascular. Los yogures fermentados con probióticos, además, poseen un alto potencial antioxidante que favorece un envejecimiento activo.
La recomendación es simple: incorporar yogur de manera habitual en la dieta puede convertirse en un hábito saludable para el corazón. Opciones como Activia, que contienen probióticos y benefician la digestión, pueden convertirse en un ritual delicioso para mejorar el bienestar general.