El celular se ha convertido en un acompañante constante, incluso en el baño. Aunque para muchos sirve como distracción, esta práctica puede tener consecuencias para la salud.
¿Por qué deberías evitarlo?
El microbiólogo Charles Gerba, citado por ClikiSalud, señala que los baños están llenos de bacterias entéricas provenientes del tracto intestinal de quienes los utilizan. Las superficies más contaminadas incluyen la perilla de la puerta, el lavabo, el inodoro y el piso. Al tocar estas áreas, tu celular se contamina automáticamente, trasladando gérmenes a otros espacios del hogar.
Esto incrementa el riesgo de infecciones, ya que al manipular el teléfono también puedes transferir bacterias a tus manos, cara o boca. Según un estudio de la Universidad de Arizona, el 90% de los celulares revisados entre estudiantes y voluntarios contenía bacterias potencialmente peligrosas, y el 16% tenía materia fecal, lo que representa un riesgo significativo para la salud. Entre las enfermedades asociadas se encuentran hepatitis, gastroenteritis y norovirus.
Más allá de la contaminación
Llevar el celular al baño también afecta el tiempo que pasamos allí. Muchos usuarios se distraen y pierden la noción de la duración de su estancia, lo que puede derivar en problemas como hemorroides. Especialistas recomiendan no permanecer más de 10 minutos sentados en el inodoro para cuidar la salud intestinal y circulatoria.
En conclusión, aunque parezca inofensivo, usar el celular en el baño combina riesgos de infección y problemas físicos. Mantenerlo fuera de este espacio es una medida simple que protege tu bienestar y el de tu familia.