Quienes viven con diabetes suelen tener dudas al momento de incluir frutas en su dieta, pues muchos creen que por su contenido de azúcar deben evitarse por completo. Sin embargo, especialistas en nutrición aseguran que no solo son seguras en cantidades adecuadas, sino también necesarias para mantener un estilo de vida equilibrado.
Si bien todas las frutas contienen azúcares naturales, estos se acompañan de fibra, vitaminas y minerales que aportan beneficios importantes al organismo. La clave está en elegir las más adecuadas y consumirlas con moderación.
A continuación, algunas opciones que ayudan a mantener estables los niveles de glucosa y favorecen la salud en general:
Aguacate
Se distingue por no contener azúcares naturales y no afectar la respuesta glucémica. Además, es fuente de grasas saludables, fibra, potasio, magnesio y vitaminas C, E, K y del grupo B. Estudios señalan que su consumo habitual puede reducir hasta en un 14% el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2.
Sandía
Aunque es dulce, aporta solo 9 gramos de azúcar por taza. Contiene licopeno, un antioxidante con efectos positivos en la salud cardiovascular, aspecto clave para quienes padecen diabetes.
Plátano
Cuando está verde, ofrece almidón resistente, un tipo de fibra que ayuda a controlar la glucosa y mejorar la sensibilidad a la insulina. Se recomienda acompañarlo con proteína o grasas saludables, como mantequilla de maní o frutos secos.
Ciruela pasa
Es la fruta deshidratada con menor cantidad de azúcar añadido. Aporta 3 gramos de fibra por porción, lo que favorece la digestión y contribuye al equilibrio glucémico.
Naranja
Conocida por su riqueza en vitamina C, también contiene fibra, antioxidantes, vitamina A y potasio. Una pieza mediana aporta 3 gramos de fibra, lo que favorece la saciedad, el control del peso y el cuidado del corazón.
Aunque estas recomendaciones son útiles, cada persona con diabetes debe adaptar su alimentación a sus necesidades específicas y consultar siempre a un especialista antes de hacer cambios en su dieta.