Un reciente estudio revela que aplazar la primera comida del día no solo afecta el peso, sino también la salud ósea. Según la Secretaría de Salud, en México, una proporción importante de adultos omite el desayuno o lo realiza muy tarde, lo que puede generar consecuencias a largo plazo.
Quienes no desayunan suelen presentar un mayor riesgo de obesidad, ya que los ayunos prolongados hacen que el cuerpo almacene energía cuando finalmente se ingiere alimento. Sin embargo, el impacto va más allá del peso corporal: la estructura ósea también se ve afectada.
Investigadores del Journal of the Endocrine Society, encabezados por el Dr. Hiroki Nakajima de la Universidad Médica de Nara, Japón, señalan que los hábitos de saltarse el desayuno se asocian con otros factores de riesgo como inactividad física, tabaquismo y falta de sueño. El estudio indica que las personas que omiten esta comida y además cenan tarde aumentan su riesgo de osteoporosis y fracturas en un 23 %.
Otro hallazgo relevante es que retrasar la primera comida puede derivar en deficiencias de vitamina D y calcio, nutrientes clave para mantener los huesos fuertes. Otros hábitos vinculados a un mayor riesgo de fracturas incluyen:
- Consumo excesivo de alcohol
- Falta de actividad física
- Sueño insuficiente
Claves para un desayuno saludable
Los especialistas coinciden en que el desayuno sigue siendo fundamental para la salud. La Secretaría de Salud recomienda incluir:
1._ Pan y cereales integrales, que aportan fibra y carbohidratos
2._ Lácteos bajos en grasa, fuente de proteínas, calcio y vitaminas
3._ Frutas frescas, que brindan agua, minerales, vitaminas y fibra
4._ Alimentos proteicos, para favorecer la recuperación y el mantenimiento muscular
Comenzar el día con un desayuno completo no solo ayuda a mantener un peso saludable, sino que también fortalece los huesos y reduce el riesgo de enfermedades óseas a futuro.
