El regreso a clases es emocionante, pero también representa un reto para la salud de los estudiantes: el peso de las mochilas. Cargar más de lo recomendado puede causar dolor inmediato y problemas posturales a largo plazo.
Especialistas coinciden en que la mochila no debe superar entre el 10 % y el 15 % del peso corporal del niño. Mantenerse cerca del 10 % es lo más seguro para proteger la columna y evitar lesiones.
Riesgos del exceso de peso
Mochilas demasiado pesadas aumentan la probabilidad de dolor muscular, contracturas y problemas en la columna. Incluso pequeñas diferencias en la carga pueden marcar la diferencia entre un hábito saludable y problemas crónicos. El sobrepeso obliga a inclinar el tronco, encorvar la espalda o acortar pasos, lo que puede derivar en escoliosis o cifosis.
Recomendaciones prácticas
El ortopedista Dr. Jorge Cervantes sugiere:
- Limitar el peso al 10 % del peso corporal.
- Distribuir la carga cerca de la espalda.
- Usar ambas correas, anchas y acolchadas, ajustadas a la altura media.
- Elegir mochilas ergonómicas con respaldo acolchado y compartimentos múltiples.
- Fomentar actividad física y revisar la mochila para retirar objetos innecesarios.
- Enseñar a levantarla correctamente: doblar rodillas, espalda recta y usar ambas manos.
En la práctica, un niño de 30 kg debería llevar máximo 3 kg, y uno de 40 kg entre 4 y 5 kg. Exceder estos límites aumenta el riesgo de dolor y fatiga.
Prevención y salud a largo plazo
El cuidado de la mochila protege la postura y evita problemas futuros. Más del 50 % de menores de 15 años han experimentado dolor de espalda relacionado con mochilas pesadas. Una carga ligera, bien distribuida y acompañada de actividad física permite que los niños se concentren en aprender y disfrutar su etapa escolar sin molestias.