Más allá de ser un paso dentro de la rutina capilar, el secado con secador contribuye a mejorar visiblemente la salud del cabello.
Existe un mito muy extendido: dejar que el pelo se seque al aire es más beneficioso que usar un secador. Sin embargo, este proceso es uno de los más importantes dentro del cuidado capilar. Cuando se emplea correctamente, el secador puede convertirse en un gran aliado, especialmente durante el verano, protegiendo la cutícula, previniendo el frizz y evitando desequilibrios en el cuero cabelludo ocasionados por la humedad.
El calor, la playa, el cloro y la humedad hacen que el verano sea una temporada difícil para el cabello.
"A simple vista, dejar secar el cabello al aire puede parecer la opción más natural y saludable, pero es importante entender los posibles efectos negativos sobre la salud capilar", explica Bárbara Martínez, directora de marketing de Bellissima.
Por qué utilizar un secador de pelo
Cuando el cabello permanece húmedo por mucho tiempo, la fibra capilar se debilita y se vuelve más vulnerable. La humedad puede dañar la cutícula, la capa protectora del pelo, aumentando el riesgo de rotura y pérdida de brillo. Además, mantenerlo mojado en climas fríos o húmedos puede generar incomodidad en el cuero cabelludo, sensación de frío e incluso irritación.
La experta recomienda utilizar secadores de forma consciente, con temperatura moderada y combinados con productos que protejan la fibra capilar.
"Esto no solo contribuye a la salud del cabello, sino que también mejora su apariencia", afirma Martínez.
Asimismo, destaca que no todos los secadores son iguales: los de baja calidad pueden dañar el cabello, por lo que elegir herramientas profesionales que respeten el equilibrio térmico y cuiden desde la raíz hasta las puntas es fundamental.