Aunque parece que los gatos lo hacen por travesura, arañar objetos del hogar tiene varias explicaciones; aquí te contamos qué los motiva y cómo reducir el daño.
Si convives con un gato, seguramente te has preguntado por qué insiste en rasguñar sofás, alfombras o sillones nuevos. Más allá de la molestia que puede causar ver tus muebles dañados, este comportamiento tiene razones naturales que responden a instintos felinos.
¿Por qué los gatos arañan los muebles?
Aunque muchos lo interpretan como una forma de destrucción, lo cierto es que los gatos arañan por múltiples motivos: para liberar estrés, marcar territorio, afilar sus uñas o combatir el aburrimiento. Según especialistas de Purina, este hábito responde a necesidades físicas y emocionales propias de la especie.
Marcar su entorno con olor:
Las patas de los gatos contienen glándulas que liberan feromonas. Al rascar superficies como sofás o tapetes, los felinos impregnan su olor, delimitando zonas que consideran seguras. Por eso, suelen elegir áreas visibles o de uso frecuente para reforzar su presencia en el espacio.
Mantener sus uñas saludables:
Arañar también ayuda a retirar las capas externas de las uñas, permitiendo que se mantengan afiladas y limpias. Los muebles verticales, firmes y con textura les resultan ideales para esta tarea, ya que les permiten estirarse y fortalecer sus músculos mientras cuidan sus garras.
Aburrimiento y falta de estímulo:
Los gatos domésticos, sobre todo aquellos que no salen al exterior, pueden desarrollar comportamientos repetitivos si no reciben la estimulación necesaria. Rascar objetos es una forma de entretenerse y liberar energía acumulada, lo que les proporciona satisfacción y bienestar.
¿Cómo prevenir que arañen tus muebles?
Evitar este hábito por completo es imposible, pero sí puedes redirigirlo y proteger tu casa. Lo primero es no recurrir al castigo: los gatos no responden al regaño como lo haría un perro. Gritarles o agredirlos solo generará miedo y desconfianza. En cambio, lo mejor es ofrecer alternativas.
Instala rascadores específicos:
Proporciónales zonas adecuadas para rascar dentro del hogar. Los postes rascadores o árboles para gato son esenciales. Colócalos en áreas donde ya suelan arañar o cerca de sus lugares de descanso. A los gatos les gusta estirarse al despertar, así que un rascador junto a su cama puede funcionar.
Invierte en productos de calidad:
Elige rascadores estables y altos, para que puedan estirarse por completo sin que el objeto se tambalee. Si se mueve, el gato podría evitarlo. Explora diferentes texturas como sisal, madera, cartón o tela rugosa, ya que cada felino tiene preferencias particulares.
Hazlos más atractivos:
Si tu gato ignora el rascador, intenta agregar catnip o un juguete colgante. Esto estimulará su curiosidad y hará que se acerque. También puedes frotar el objeto con su manta favorita para impregnarlo de un olor familiar.
Limpia los muebles marcados:
Si ya tienes zonas dañadas, límpialas con productos suaves que eliminen los olores marcados. Esto evitará que el gato quiera “renovar” su rastro. Asegúrate de que el área esté completamente seca antes de permitirle el acceso nuevamente.
Reduce el aburrimiento con juegos:
Cuando el motivo del arañado es la falta de entretenimiento, dedica tiempo diario a jugar con él. Existen ratones eléctricos, cañas con plumas y otros juguetes que simulan presas, ideales para activar su instinto cazador y distraer su atención.
Entender el comportamiento natural de los gatos y ofrecerles alternativas adecuadas puede salvar tus muebles y mejorar su calidad de vida. Más que eliminar el arañado, se trata de redirigirlo de forma respetuosa y efectiva.