Haz un repelente natural con elementos simples y conoce qué alimentos las atraen y qué enfermedades pueden propagar.
La presencia de cucarachas en la cocina no solo causa rechazo, también implica un riesgo sanitario. Afortunadamente, existen alternativas efectivas y seguras que puedes preparar tú mismo. Un repelente casero elaborado con ingredientes comunes puede ayudarte a mantenerlas alejadas sin recurrir a químicos agresivos.
Si los productos comerciales no han dado resultado, es momento de probar una solución natural. Este método es económico, fácil de aplicar y utiliza elementos que probablemente ya tienes en casa.
¿Cómo elaborar un repelente casero contra cucarachas?
Necesitarás:
• 5 cucharadas de ácido bórico
• 5 cucharadas de harina de trigo
• 2 ½ cucharadas de aceite de oliva
• Guantes de látex
Instrucciones:
1._ Coloca los ingredientes secos en un recipiente exclusivo para limpieza, añade el aceite de oliva.
2._ Mezcla hasta formar una pasta homogénea.
3._ Con guantes puestos, haz pequeñas bolitas con la preparación.
4._ Distribúyelas en lugares donde hayas notado presencia de cucarachas.
5._ Déjalas actuar varios días, luego revisa y retira los insectos.
6._ Consejo: añade un poco de azúcar para atraerlas más rápido.
¿Qué tipo de comida atrae a las cucarachas?
Estos insectos se sienten atraídos por restos de comida, especialmente si contienen almidón, azúcar o grasa. Migas, frutas maduras, arroz cocido, pan y galletas son de sus preferidos.
También buscan comida de mascotas, cáscaras, residuos debajo de muebles y grasa acumulada cerca de estufas o electrodomésticos. Incluso restos en la basura, platos sucios o empaques abiertos pueden atraerlas.
Por eso es fundamental mantener frascos bien cerrados, limpiar a fondo las superficies, lavar inmediatamente los trastes y revisar zonas poco visibles. Aunque no veas restos, ciertos olores bastan para atraerlas desde rincones ocultos.
¿Qué enfermedades pueden transmitir las cucarachas?
Más allá del disgusto que generan, las cucarachas son portadoras de agentes patógenos. Su contacto con desechos, drenajes y basura les permite transportar bacterias, virus y parásitos en su cuerpo, contaminando alimentos y utensilios al pasar sobre ellos.
Entre las enfermedades más comunes asociadas a estos insectos se encuentran: salmonelosis, disentería, gastroenteritis y fiebre tifoidea. También pueden propagar E. coli y hongos que afectan la salud respiratoria.
En personas con alergias o asma, el contacto con restos como heces, saliva o partes del cuerpo de las cucarachas puede agravar los síntomas. Su presencia en espacios mal higienizados incrementa el riesgo de infecciones, especialmente en menores y adultos mayores.
Eliminar cucarachas va más allá de la limpieza: es una acción clave para proteger la salud y garantizar un entorno seguro.