Aunque aparentan estar en buen estado, muchos objetos domésticos acumulan microorganismos que podrían representar un riesgo para la salud si no se limpian correctamente. Conocer cuáles son y cómo higienizarlos puede marcar la diferencia.
Aunque se asocian las bacterias con suciedad visible, diversos artículos comunes pueden concentrar gérmenes sin que sus usuarios lo noten. La limpieza superficial no siempre es suficiente, y una desinfección adecuada es clave para evitar enfermedades.
Según información compartida por Infobae, varios elementos de uso diario pueden convertirse en reservorios de bacterias si no se manejan con las precauciones necesarias, afectando el bienestar del hogar.
Principales fuentes de bacterias y cómo eliminarlas
• Esponjas de cocina: Su estructura y el contacto con residuos alimenticios las convierten en un entorno ideal para el crecimiento bacteriano. Investigaciones de la NSF revelaron que, en solo dos semanas, pueden albergar millones de gérmenes, incluidos coliformes. Se recomienda reemplazarlas con frecuencia, antes de que emitan mal olor.
• Tablas para picar: Las hendiduras causadas por cuchillos permiten que bacterias como E. coli o Salmonella se adhieran. Usar tablas distintas para carnes y vegetales, limpiarlas con detergente y secarlas completamente ayuda a evitar la contaminación cruzada.
• Trapos de cocina: Estos textiles, al usarse constantemente, acumulan microorganismos. Lavarlos con agua caliente o preferir toallas de papel reduce los riesgos.
• Cepillos dentales: Su cercanía al inodoro los expone a partículas contaminantes tras cada descarga. Es recomendable guardarlos alejados, enjuagarlos tras cada uso y renovarlos cada tres meses.
• Teléfonos celulares: Por el contacto constante con las manos y su uso frecuente en el baño, son propensos a concentrar bacterias. Se sugiere evitar usarlos en ese espacio y limpiar su superficie con un paño adecuado.
• Tapetes de baño: La humedad los convierte en un sitio ideal para hongos y bacterias. Lavarlos semanalmente o elegir materiales que se sequen rápido, como la madera, resulta eficaz.
• Juguetes de mascotas: La combinación de saliva, pelo y residuos los hace propensos a patógenos como Pseudomonas aeruginosa. Se deben lavar con frecuencia y reemplazar cuando estén en mal estado.
• Cortauñas y artículos de higiene personal: Si no se esterilizan adecuadamente, pueden transmitir bacterias como Mycobacterium fortuitum. Limpiarlos con frecuencia es esencial.
Adoptar medidas de limpieza específicas para estos objetos puede reducir considerablemente la posibilidad de infecciones dentro del hogar.