Disfrutar de un buen café requiere atención a detalles clave durante su preparación. Aquí te presentamos cinco errores frecuentes que pueden afectar el sabor y cómo corregirlos para que tu experiencia sea perfecta.
1. Usar agua hirviendo
El agua demasiado caliente quema el café, destruye sus aromas y lo vuelve amargo. La temperatura ideal está entre 90°C y 96°C. Si no tienes termómetro, deja reposar el agua 30 segundos después de hervir antes de verterla sobre el café.
2. No moler el café al momento o molerlo incorrectamente
El café recién molido conserva sus sabores y aromas. Molerlo con anticipación expone el grano al oxígeno, que los oxida y degrada. Además, es importante ajustar el grosor de la molienda según el método de extracción que uses, para obtener un buen resultado.
3. No cuidar la proporción café-agua
La cantidad adecuada es fundamental. Si usas demasiado café, el sabor será amargo; si pones poco, el café quedará aguado. La proporción recomendada es 1 gramo de café por cada 15 mililitros de agua. Una balanza digital o una cuchara medidora pueden ayudarte a medir con precisión.
4. No conocer el tipo de grano ni su tostado
Cada café tiene características distintas según su origen y nivel de tostado. Algunos necesitan más tiempo de extracción para revelar sus sabores, mientras que otros requieren menos. Informarte sobre el café que compras te ayudará a prepararlo mejor.
5. No usar el método de preparación adecuado
Cada método resalta diferentes notas y texturas:
- V60: café limpio, suave y con notas florales o frutales.
- Chemex: aromas delicados y taza cristalina, gracias a su filtro grueso.
- Prensa francesa: café con cuerpo, intenso y cremoso, conserva todos los aceites del grano.
- Aeropress: permite experimentar con intensidad y presión, ideal para un café potente tipo espresso.
Evitar estos errores básicos puede transformar tu taza diaria y hacer que cada sorbo sea mucho más disfrutable. ¿Cuál de estos errores has cometido alguna vez?