En temporada de lluvias, existen problemas como encharcamientos y enfermedades respiratorias. Sin embargo, otro riesgo menos visible es la combinación entre la lluvia y la contaminación, la cual puede tener consecuencias para la salud. Conoce qué es la lluvia ácida y cómo protegerte de sus efectos.
¿Cómo se origina la lluvia ácida?
Este fenómeno ocurre por la contaminación del aire. Cuando ciertos gases emitidos por la quema de combustibles fósiles entran en contacto con el oxígeno y el vapor de agua, se transforman en sustancias ácidas.
Estas emisiones provienen principalmente de plantas termoeléctricas, industrias y vehículos. Los compuestos como el dióxido de azufre y los óxidos de nitrógeno se dispersan fácilmente con el viento, elevando los niveles de acidez en la atmósfera.
Se considera que hay lluvia ácida cuando el agua presenta altas concentraciones de ácido sulfúrico y nítrico, lo que reduce su pH. Este puede variar entre 5.6 y niveles más ácidos como 4.2 o 4.4.
Cuida tu piel de los efectos de la lluvia ácida
Los impactos directos de este tipo de lluvia en la salud incluyen:
• Irritación ocular
• Problemas dermatológicos
• Caída del cabello
Para reducir estos riesgos, se recomienda:
• Evitar mojarse con la primera lluvia: en zonas urbanas, las primeras gotas arrastran más contaminantes.
• Limpiar la piel después de la exposición: así se eliminan residuos dañinos.
• Usar crema hidratante: crea una capa protectora que dificulta la entrada de partículas nocivas.
• Exfoliar con regularidad: ayuda a remover impurezas y células muertas para una piel más saludable.
Actualmente también se ha detectado la presencia de microplásticos en el agua de lluvia, una consecuencia de la descomposición de desechos plásticos, lo que representa otro desafío ambiental a considerar.