Cuando se escucha el término "masoquismo", muchas veces se asocia con contextos físicos o sexuales. Sin embargo, el masoquismo emocional es un fenómeno muy distinto y cada vez más comentado. Se refiere a una tendencia persistente a involucrarse en relaciones o situaciones que generan sufrimiento emocional, muchas veces sin ser plenamente consciente de ello.
Aunque este comportamiento no está oficialmente incluido en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM), desde los años 80 se ha debatido su reconocimiento como trastorno de personalidad masoquista o contraproducente. Hoy, se entiende más como un patrón emocional que puede estar ligado a traumas no resueltos, baja autoestima o creencias arraigadas de no merecer bienestar emocional.
10 señales que pueden indicar masoquismo emocional
1. Regresas a quien te ha lastimado: A pesar del daño sufrido, vuelves a personas que te han causado dolor, repitiendo ciclos que refuerzan el sufrimiento.
2. Diálogo interno negativo: Te hablas a ti mismo con dureza, sin compasión, como si reprodujeras la voz crítica de alguien del pasado.
3. Necesidad constante de drama: El caos emocional te resulta familiar, y cuando no lo hay, lo provocas consciente o inconscientemente.
4. Atracción por personas tóxicas: Tiendes a rodearte de personas conflictivas o abusivas, perpetuando entornos emocionales dañinos.
5. Saboteas relaciones sanas: Las relaciones estables o afectuosas pueden parecerte aburridas o incómodas, llevándote a abandonarlas.
6. Provocas peleas para sentir cercanía: Asociar discusiones con pasión y conexión emocional puede llevarte a buscar conflictos como una forma de validar una relación.
7. Buscas aprobación donde no la hay: Persigues la validación de personas que no te la ofrecen, lo que perpetúa tu sensación de rechazo.
8. No pones límites: Te cuesta decir “no” y permites que otros te sobrepasen, priorizando complacer a los demás aunque te lastimen.
9. Te sientes atraído por personas infelices: Prefieres vincularte con quienes tienen una visión negativa de la vida, lo cual refuerza tu malestar emocional.
10. Saboteas tu propia felicidad: Tomas decisiones que dificultan tu bienestar, repitiendo patrones de autodestrucción emocional.
¿Qué hacer si te identificas con estos patrones?
Reconocer estas señales es el primer paso para iniciar un cambio. Estos comportamientos suelen tener raíces profundas, a menudo ligadas a experiencias de la infancia, y pueden necesitar la guía de un terapeuta profesional para ser comprendidos y transformados.
La buena noticia es que romper el ciclo del masoquismo emocional es posible. Con apoyo terapéutico y un proceso de autoconocimiento, puedes empezar a construir relaciones más sanas, poner límites y reconocer que mereces bienestar emocional. No estás solo y no tienes que conformarte con el dolor como forma de vida.