Aunque la máscara de pestañas waterproof es popular por su duración y resistencia, especialistas en salud ocular advierten sobre los riesgos de usarla de forma habitual. Su fórmula, diseñada para mantenerse intacta ante la humedad, contiene ingredientes agresivos que pueden afectar la salud de los ojos.
Este tipo de rímel incluye alcoholes, aceites y en algunos casos sustancias tóxicas como los PFAS, que pueden obstruir las glándulas de los párpados y aumentar el riesgo de infecciones, irritaciones o incluso orzuelos. Además, su remoción suele requerir desmaquillantes fuertes y una fricción intensa, lo que daña la piel delicada del contorno de ojos y puede provocar la caída de pestañas o resequedad ocular.
Los expertos recomiendan limitar el uso de máscaras waterproof a momentos puntuales, como eventos largos o situaciones con alta humedad. Para el uso diario, aconsejan optar por fórmulas más suaves, como las tubing mascaras, que envuelven las pestañas y se eliminan fácilmente con agua tibia, sin comprometer la salud ocular.