Mtro. Jorge Luis Flores Castrejón
Catedrático de la Escuela de Turismo y la FCAeI UAEM
Una tierra que guarda historia y alma
Hablar de Morelos es hablar de historia, de raíces profundas que brotan desde los campos donde se sembró no solo la caña, sino también la rebeldía, la justicia y la dignidad. El turismo conmemorativo en esta región del país no es simplemente una forma de viajar: es una forma de sentir, de comprender y de rendir homenaje a quienes forjaron nuestra identidad nacional. En este contexto, la figura de Emiliano Zapata Salazar emerge como guía y símbolo para quienes buscan reencontrarse con la historia desde un enfoque vivencial, educativo y profundamente humano.
La gobernadora de Morelos, Margarita González Saravia, inauguró el viernes la reubicación del monumento ecuestre del General Emiliano Zapata Salazar, en la plaza de armas que lleva su nombre, en el Centro Histórico de Cuernavaca.
Zapata: símbolo de lucha, identidad y justicia
Morelos, tierra fértil y rebelde… La tierra donde la historia nos encuentra es cuna del líder revolucionario que con la consigna de "Tierra y libertad" supo encarnar las luchas del campesinado mexicano frente a la opresión. Emiliano Zapata, originario de Anenecuilco, no fue solo un caudillo militar: fue un hombre del pueblo, defensor incansable de los derechos agrarios, cuya visión y principios siguen inspirando a generaciones enteras. En este sentido, el turismo conmemorativo permite recorrer no solo los espacios físicos por donde transitó la Revolución, sino también los caminos simbólicos de la memoria, la justicia y la transformación social.
Paisajes con historia: recorrer la revolución
Visitar los sitios históricos relacionados con Zapata en Morelos como el Museo Casa de Emiliano Zapata, en Anenecuilco, el sitio donde fue asesinado en Chinameca, o los pueblos del sur morelense donde se gestaron movimientos armados, no es una actividad turística convencional. Es, más bien, una experiencia de conciencia y de aprendizaje. Cada piedra, cada calle empedrada, cada hacienda cañera restaurada tiene algo que contar, algo que murmura al oído de quien está dispuesto a escuchar. Estos espacios han sido resignificados para ofrecer a los visitantes un puente entre el pasado y el presente, entre la historia contada en libros y la historia vivida por comunidades enteras.
Educar desde la memoria: una apuesta por el futuro
El turismo conmemorativo tiene, además, una dimensión profundamente educativa. A través de actividades guiadas, exposiciones, narraciones de cronistas locales y recorridos escenificados, se logra transmitir a nuevas generaciones no solo los hechos históricos, sino también los valores que los sustentaron: la lucha por la justicia, la defensa del territorio, la valentía y la resistencia frente al poder opresor. El llamado es a fortalecer estas iniciativas desde las comunidades, las instituciones educativas y el sector turístico, garantizando que la memoria siga viva y fecunda para las generaciones venideras.
Un legado vivo que habita el presente
Pero el legado de Emiliano Zapata no se limita al pasado. En los rostros de los campesinos que aún labran la tierra, en las mujeres que resguardan las tradiciones, en los jóvenes que se organizan para preservar la memoria histórica, Zapata sigue vivo. Por ello, este tipo de turismo no es solo una actividad económica o cultural: es una forma de resistencia contra el olvido. Es un acto político en el mejor sentido del término, porque permite repensar quiénes somos, de dónde venimos y hacia dónde queremos ir como sociedad.
Turismo con rostro humano y desarrollo comunitario
En este contexto, es importante mencionar que el turismo conmemorativo también genera desarrollo económico para las comunidades locales. Los artesanos, guías, promotores culturales y pequeños empresarios que forman parte de esta cadena productiva, encuentran en el turismo histórico una vía para dignificar su trabajo, mostrar su identidad y construir un futuro más justo desde la memoria. Así, el turismo conmemorativo no se reduce a una mirada nostálgica, sino que se convierte en una herramienta para el desarrollo sostenible y la cohesión social.
Sembrar memoria, cosechar conciencia
Conmemorar a Emiliano Zapata es más que recordarlo; es caminar junto a él por las veredas de la dignidad y la justicia, es dejar que su voz resuene en las paredes de las antiguas haciendas, en los corridos que aún se cantan, en las manos que trabajan la tierra que él defendió. Quienes se acercan al turismo conmemorativo en Morelos no solo visitan lugares: se reencuentran con un legado que interpela, que incomoda, que inspira.
En un mundo donde todo parece efímero, donde la velocidad borra el sentido de las cosas, detenerse a mirar el pasado desde la vivencia directa se vuelve un acto profundamente transformador. Que cada visitante regrese a casa con más que una fotografía: con una reflexión, con una emoción, con un compromiso. Porque cuando el turismo toca el alma, entonces sí, se convierte en verdadera experiencia.
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