ALEXA MICHEL HERNÁNDEZ PINEDA, XIMENA CANO RODRÍGUEZ Y NORMA YULIANA REYES TORRES
Estudiantes de la Escuela de Turismo UAEM
En el corazón del estado de Morelos, en Miacatlán se resguarda uno de los secretos culinarios más peculiares y deliciosos de la región: el pan de camarón.
Esta preparación tradicional, que mezcla ingredientes del campo y del lago, es un ejemplo claro de la riqueza cultural y gastronómica del estado.
Historia:
El topónimo Miacatlán proviene de los nombres náhuatl Mitl (flecha), Acatl (vara o bastón) y Tlan (lugar), y significa "lugar de abundantes juncos para flechas".
Este municipio, ubicado al sur del estado de Morelos, guarda en cada rincón una historia milenaria, con raíces profundas en culturas ancestrales y un paisaje natural que invita a explorar.
Rodeado de cerros, selvas bajas y cañadas, Miacatlán es un paraíso natural. Su vegetación incluye árboles típicos como el huizache, mezquite, pochote y copal, además de frutales como el guamúchil y el mango. El paisaje cambia de colores con las estaciones y siempre tiene algo nuevo por descubrir.
Entre la fauna local se encuentran tlacuaches, tejones, armadillos, iguanas y hasta víboras de cascabel. Y si te gustan las aves, aquí verás tórtolas, colibríes, lechuzas, urracas y muchas más. En lugares como la laguna El Rodeo es común ver garzas, patos y martinetes, mientras que en el agua nadan mojarras, bagres y lobinas.
¿Qué es y cómo se prepara?
El pan de camarón tiene raíces en las comunidades cercanas al lago de Coatetelco, un cuerpo de agua que históricamente ha sido fuente de vida y alimentación para los pueblos originarios. Desde tiempos prehispánicos, los camarones de este lago han sido parte esencial de la dieta local.
Con el tiempo, los habitantes desarrollaron una forma ingeniosa de conservarlos y darles un sabor único: secándolos y mezclándolos con chile y masa para formar tortitas planas que al hornearse o freírse se convirtieron en el famoso "pan de camarón".
Es una pieza de singular forma que tiene un sabor especial que deleita el paladar de quienes lo degustan.
Pese a su nombre, no es pan en el sentido tradicional. El pan de camarón es una especie de tortilla gruesa o tortita elaborada con masa de maíz y camarón seco
molido, sazonado con chile guajillo o pasilla, ajo y sal. La mezcla se cuece en comal o se hornea, dependiendo de la receta familiar. El resultado es un alimento de sabor fuerte y salado, con una textura crujiente y aroma ahumado.
Importancia cultural:
Este platillo no solo es parte de la cocina cotidiana, sino que también se prepara durante celebraciones y festividades, especialmente en la Semana Santa. Para los pueblos originarios de la región, como los nahuas, representa una conexión con sus raíces lacustres y su identidad gastronómica.
Preservación y difusión:
En años recientes, cocineras tradicionales, colectivos culturales y autoridades municipales han buscado rescatar esta tradición, organizando ferias gastronómicas y talleres en escuelas para enseñar la preparación del pan de camarón. Estos esfuerzos no solo promueven la cultura local, sino que también impulsan el turismo en Miacatlán.
El pan de camarón es más que un alimento; es historia, identidad y sabor concentrado en una tortita que nos habla de la vida en torno al lago, de tradiciones que se resisten a desaparecer y del ingenio de las comunidades de Miacatlán. Un platillo que merece ser conocido, valorado y saboreado.
FOTOGRAFÍAS: ALEXA MICHEL HERNÁNDEZ PINEDA, XIMENA CANO RODRÍGUEZ Y NORMA YULIANA REYES TORRES