El auge de la inteligencia artificial (IA) ha desatado una ola de inversiones récord en infraestructura tecnológica, chips y computación en la nube por parte de empresas como OpenAI, Meta, Nvidia, Microsoft, Google y Amazon.
Estas iniciativas buscan asegurar capacidad de procesamiento y posicionarse en un mercado donde la demanda de IA sigue creciendo a pasos acelerados.
Entre los acuerdos más destacados se encuentran:
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Nvidia y OpenAI: Nvidia planea invertir hasta 100,000 millones de dólares en OpenAI, además de suministrarle chips para sus centros de datos. Este acuerdo incluye participación financiera en la startup responsable de ChatGPT.
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AMD y OpenAI: AMD proporcionará chips de IA a OpenAI en un contrato de varios años y la empresa tendrá la opción de adquirir hasta un 10% de AMD.
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Meta y CoreWeave: Meta firmó un contrato por 14,000 millones de dólares con CoreWeave para abastecer su potencia informática, mientras que también adquirió el 49% de Scale AI por 14,300 millones de dólares para reforzar su estrategia en IA.
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Oracle con OpenAI y Meta: Oracle firmó un acuerdo con OpenAI por 300,000 millones de dólares en potencia de computación durante cinco años y negocia otro contrato de 20,000 millones con Meta para servicios en la nube.
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Microsoft y Nebius Group: Microsoft acordó con Nebius un contrato de 17,400 millones de dólares para infraestructura de GPU a cinco años.
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Google y Meta/Windsurf: Google selló un acuerdo de más de 10,000 millones de dólares con Meta en cloud computing y pagará 2,400 millones por licencias de la startup Windsurf para tecnología de generación de código de IA.
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Tesla y Samsung: Tesla firmó un contrato de 16,500 millones de dólares para adquirir chips de IA de Samsung, incluyendo la producción del chip AI6 en su nueva fábrica en Texas.
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Proyecto Stargate: Una alianza entre SoftBank, OpenAI y Oracle busca construir centros de datos dedicados a IA, con una inversión conjunta de hasta 500,000 millones de dólares, anunciada en enero por Donald Trump.
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Amazon y Anthropic: Amazon duplicó su inversión en la firma Anthropic, competidora de OpenAI, con 4,000 millones de dólares.
Estos acuerdos reflejan la creciente competencia por asegurar infraestructura y recursos clave para entrenar modelos de IA, desarrollar aplicaciones avanzadas y mantener la ventaja tecnológica.
Desde chips especializados hasta centros de datos de última generación y contratos en la nube, las inversiones multimillonarias subrayan que la IA ya no es solo un proyecto experimental: se ha convertido en un eje estratégico para la próxima década tecnológica.
En conjunto, estas acciones muestran que las mayores empresas del mundo están apostando fuerte para liderar la revolución de la inteligencia artificial y garantizar que su infraestructura pueda soportar la creciente demanda global.