Un equipo de investigadores de la Universidad de Stanford (EE.UU.) logró un avance histórico al traducir la actividad cerebral en palabras con una precisión de hasta el 74%, lo que abre la puerta a nuevas formas de comunicación para personas con graves discapacidades motoras o del habla. El estudio fue publicado en la revista Cell.
El proyecto se basa en interfaces cerebro-ordenador (BCI), sistemas que registran la actividad neuronal a través de microelectrodos implantados en la corteza motora, región vinculada con el habla.
Hasta ahora, estas tecnologías podían interpretar señales cuando una persona intentaba hablar en voz alta o mover músculos, pero este método resultaba lento y agotador para quienes tienen un control limitado.
El nuevo experimento se enfocó en descodificar el “habla interna”, es decir, las palabras que las personas solo piensan sin pronunciarlas. Para ello, participaron cuatro personas con parálisis grave a causa de esclerosis lateral amiotrófica (ELA) o un accidente cerebrovascular.
Los resultados mostraron que los patrones cerebrales del habla pensada y del habla intentada son similares, aunque distinguibles, lo que permitió a la inteligencia artificial reconocer frases de un vocabulario de hasta 125 mil palabras.
Además, los investigadores implementaron un mecanismo de seguridad con “contraseña mental”, que solo activa la decodificación cuando el usuario piensa en una frase clave, como “chitty chitty bang bang”, alcanzando una efectividad superior al 98%.
Para Erin Kunz, autora principal, este avance representa un paso hacia una comunicación más natural:
“Es la primera vez que logramos comprender cómo es la actividad cerebral cuando solo se piensa en hablar”.
Por su parte, el investigador Frank Willett destacó que el futuro de las BCI ofrece una esperanza real de restaurar una comunicación fluida y cómoda en quienes han perdido la capacidad de hablar.
Este desarrollo marca un hito en la neurociencia aplicada, ya que podría transformar la vida de miles de personas con parálisis o discapacidades severas, acercando cada vez más la posibilidad de comunicarse solo con la mente.