El fabricante taiwanés de semiconductores TSMC, principal proveedor de Apple, se encuentra en el centro de una investigación por el presunto robo de información crítica sobre su tecnología de fotolitografía de 2 nanómetros, clave para la próxima generación de chips.
Esta innovación, que está a punto de entrar en producción a gran escala, representa uno de los activos más valiosos de la compañía taiwanesa.
Las autoridades de Taiwán han detenido a dos empleados y un exempleado de TSMC, acusados de sustraer datos altamente confidenciales que podrían beneficiar a competidores en el mercado global de semiconductores.
Entre las empresas bajo la lupa se encuentran dos corporaciones japonesas: Tokyo Electron y Rapidus Corporation.
Según el diario South China Morning Post, Tokyo Electron confirmó haber despedido a un trabajador de su filial en Taipéi por su implicación en el caso y aseguró que colabora plenamente con la investigación.
La compañía, especializada en equipos para el procesado de obleas, calificó la situación de “accidente desafortunado”.
Por su parte, información de Money.UDN.com apunta a que parte de los datos y cientos de fotografías relacionadas con las técnicas avanzadas de TSMC habrían llegado a Rapidus, una joven empresa japonesa fundada en 2022 con apoyo del Gobierno nipón y grandes corporaciones como Sony, Toyota, NEC y SoftBank.
Rapidus busca competir con TSMC, Intel y Samsung, y actualmente desarrolla una planta de semiconductores de 2 nm en Hokkaido, con producción masiva prevista para 2027.
No obstante, hasta el momento no se ha confirmado si Rapidus o Tokyo Electron recibieron o utilizaron de forma directa la información robada. Los investigadores no descartan que los implicados hayan actuado por cuenta propia. El caso pone de relieve la creciente presión competitiva y el riesgo de espionaje industrial en un sector estratégico para la tecnología global.