La empresa china UBTECH ha presentado un avance histórico en robótica con su humanoide Walker S2, capaz de reemplazar sus propias baterías sin intervención humana.
En un video demostrativo, el autómata de 43 kg se acerca a un estante de paquetes intercambiables, extrae uno de sus dos módulos en la espalda y lo sustituye por uno cargado antes de retomar su marcha, evidenciando una autonomía operativa sin precedentes.
Este hito responde al reto de maximizar la productividad en “fábricas oscuras” —instalaciones completamente automatizadas que prescinden de iluminación humana— donde los robots pueden funcionar 24/7.
Las baterías del Walker S2 recargan al 100 % en 90 minutos, y el robot puede caminar dos horas continuas o permanecer de pie cuatro, garantizando ciclos de trabajo mucho más extensos.
La capacidad de autorreabastecimiento energético extiende la eficiencia de los robots industriales, que ya realizan tareas como clasificación de paquetes o manipulación de piezas.
El Walker S2 también se distingue por su sistema de visión avanzado, siendo el primer robot en China en contar con doble cámara RGB estereoscópica, lo que mejora su capacidad de percibir y adaptarse a entornos reales, como los de producción industrial.
Además, posee 52 grados de libertad en su cuerpo, lo que le permite manipular objetos de hasta 15 kilos, rotar su cintura a ±162° y realizar movimientos detallados, como agacharse hasta el suelo o agarrar objetos a diferentes alturas.
Impulsado por el sistema inteligente Co-Agent, desarrollado por UBTECH, el robot puede comprender intenciones humanas, planificar tareas, ejecutar acciones y resolver problemas de forma autónoma. Este sistema se alimenta de una vasta base de datos que permite su mejora continua a través del aprendizaje automático.
Sin embargo, también plantea interrogantes sobre el futuro del empleo humano en la manufactura, pues esta generación de humanoides —junto a competidores como Unitree— podría acelerar la sustitución de puestos manuales y repetitivos.
Con el Walker S2, UBTECH allana el camino hacia una nueva era de automatización total, donde la supervisión humana se reduce al mínimo y los robots asumen operaciones continuas, planteando tanto oportunidades de eficiencia como desafíos sociales en torno a la reconversión laboral.