El cometa 3I/Atlas, que se mueve a gran velocidad por el sistema solar, ha captado la atención de científicos y del público en general, algunos especulando si podría tratarse de una nave extraterrestre.

Esta teoría ha sido desmentida por la NASA, que reafirma que se trata de un objeto natural del espacio.

Desde su detección en julio, 3I/Atlas se convirtió en el tercer objeto interestelar conocido en la historia, generando comparaciones con Oumuamua, el misterioso bólido que pasó cerca de la Tierra en 2017.

Al igual que entonces, el investigador de Harvard Avi Loeb ha sugerido la posibilidad de un origen tecnológico, aunque las evidencias actuales señalan un objeto natural.

Thomas Puzia, astrofísico y director del observatorio chileno que detectó el cometa, señaló que “todos los hechos indican que se trata de un objeto normal del espacio interestelar”, y advirtió sobre los riesgos de que las especulaciones eclipsen la investigación científica.

Por su parte, Amit Kshatriya, funcionario de la NASA, destacó que el objeto “tiene el aspecto y comportamiento de un cometa”.

Aun siendo un cuerpo natural, 3I/Atlas es excepcional. Su estudio ofrece la oportunidad de conocer mejor la formación de planetas y el surgimiento de la vida en otros sistemas estelares, dado que proviene de un entorno mucho más antiguo que nuestro sistema solar.

Los científicos esperan obtener información más detallada sobre su composición y origen durante su acercamiento a la Tierra en las próximas semanas.

A diferencia de objetos interestelares anteriores, los astrónomos han podido observar 3I/Atlas durante varios meses, lo que permitirá estudios más profundos. Se espera que, con los avances en métodos de observación, se puedan detectar más objetos similares cada año.