Cometa Lemmon: un visitante milenario que ilumina los cielos.
Un nuevo espectáculo cósmico surca los cielos. Se trata del cometa C/2025 A6 (Lemmon), un visitante milenario procedente de los confines del sistema solar que promete ofrecer una de las vistas astronómicas más esperadas del año.
Descubierto el 3 de enero de 2025 por el programa Mount Lemmon Survey (Arizona, EE.UU.), este cometa de largo período ha despertado el interés de astrónomos y aficionados de todo el mundo.
“El nombre del cometa proviene precisamente del observatorio desde el cual se descubrió —el Monte Lemmon— que forma parte del programa Catalina, un muestreo dedicado a la búsqueda de objetos menores del sistema solar”, señaló René Ortega Minakata, académico del Instituto de Radioastronomía y Astrofísica (IRyA) de la UNAM.
Los primeros cálculos indican que C/2025 A6 (Lemmon) posee un período orbital de entrada estimado en alrededor de 1 350 años, y tras su paso por el perihelio su período futuro quedaría en cerca de 1 150 años. Esto significa que no es un visitante frecuente de la parte interior del sistema solar, y su regreso no se espera hasta dentro de siglos.
Una cita celeste en el calendario
El 8 de noviembre de 2025 marcará el momento más importante de su recorrido: su perihelio, el punto más cercano al Sol, cuando se situará a unas 0.53 UA del astro rey (~79 millones de kilómetros). Previamente, su mayor acercamiento a la Tierra ocurrió alrededor del 21 de octubre de 2025, a una distancia también cercana a 0.60 UA (~90 millones de km).
¿Cómo y cuándo verlo?
Los astrónomos estiman que el cometa puede alcanzar una magnitud aparente de entre 3.5 y 4.5 (o algún valor más brillante en circunstancias óptimas), lo que lo haría visible a simple vista bajo cielos muy oscuros.
Aun así, el Dr. Ortega Minakata aclaró que “la visibilidad a simple vista no está garantizada: un cometa es un objeto difuso en el cielo, no un punto luminoso como una estrella; su brillo está repartido, lo que lo hace más difícil de observar sin equipo”.
Por ello, recomendó estas tres condiciones para observarlo con éxito:
- Un cielo lo más oscuro posible, lejos de luces artificiales.
- Que haya baja humedad ambiental, ya que la bruma dificulta ver objetos difusos como los cometas.
- Un horizonte despejado, sin montañas, árboles ni edificios en la dirección donde se posiciona.
Desde lugares como la Ciudad de México, el cometa se podrá buscar al terminar la luz crepuscular, aproximadamente una hora después del atardecer, en la misma dirección en la que se oculta el Sol, cerca del horizonte, hasta mediados de noviembre. Después estará en apariencia muy cerca del Sol, por lo que ya no será posible observarlo, y más adelante su brillo ya habrá disminuido demasiado para posibilitar su observación. Se recomienda usar binoculares»
“De preferencia, busquen un sitio elevado y con un horizonte limpio. A simple vista será muy difícil o casi imposible verlo”, informó.
Una joya verde en el cielo
Las imágenes recientes captadas por aficionados muestran que el cometa está desarrollando una cola de tono verdoso, causada por la emisión de gas diatómico de carbono (C₂) al interactuar con la radiación solar.
“Aunque su cola no será espectacular para el ojo desnudo (las colas largas que vemos en fotos requieren exposiciones largas y buen cielo), con binoculares podrá apreciarse como una pequeña ‘mancha’ con leve resplandor”, agregó René Ortega Minakata.
Ciencia y oportunidad
Más allá de su belleza, C/2025 A6 (Lemmon) representa una ventana científica muy valiosa: los cometas de largo período son auténticos fósiles del sistema solar primitivo, pues contienen material que data de hace miles de millones de años. Su estudio ayuda a comprender mejor la composición original de los cuerpos que ayudaron a formar los planetas.
Observatorios terrestres y espaciales aprovecharán su paso para analizar su composición química, comportamiento térmico al acercarse al Sol y posibles cambios estructurales.
Un visitante fugaz
El cometa C/2025 A6 (Lemmon) no solo ofrece un espectáculo visual único para los amantes de la astronomía, sino que también brinda una oportunidad excepcional para estudiar los orígenes del sistema solar.
Su paso cercano a la Tierra y el Sol en octubre y noviembre de 2025 permitirá a observadores, tanto aficionados como profesionales, maravillarse con su resplandor verdoso y explorar los secretos que guarda este viajero milenario.


