Hace unos 165 millones de años, en lo que hoy es Marruecos, vivió Spicomellus, un dinosaurio herbívoro de cuatro metros de largo y hasta dos toneladas de peso, cubierto de una armadura única en su tipo.
Los restos fósiles fueron hallados en la cordillera del Atlas, cerca de Boulemane, y publicados recientemente en la revista Nature.
Spicomellus pertenece al grupo de los anquilosaurios, dinosaurios lentos y de cuerpo rechoncho que caminaban sobre cuatro patas.
Sin embargo, su armadura es excepcional: tenía púas largas en las costillas y un collar óseo con espinas de hasta un metro alrededor del cuello, además de un escudo pélvico y púas sobre las caderas.
La cola presentaba vértebras fusionadas, similares a las de anquilosaurios con armas, lo que sugiere que también podía usarlas para defenderse.
Reconstrucción de Spicomellus / Matt Dempsey
Según los investigadores, la compleja armadura de Spicomellus probablemente servía tanto para protegerse de depredadores como para mostrar fuerza o atraer pareja, una función similar a la de astas o colas ornamentales en animales actuales.
El hallazgo también revela que las armas en la cola de los anquilosaurios surgieron 30 millones de años antes de lo que se pensaba.
Además, la elaborada armadura de Spicomellus, más compleja que la de sus descendientes, indica que los primeros anquilosaurios no eran necesariamente más simples que las especies posteriores.
Este descubrimiento amplía la comprensión sobre la evolución de los dinosaurios acorazados y demuestra que incluso los primeros miembros de este grupo podían desarrollar adaptaciones extraordinarias.