Un tipo de líquido completamente diferente podría albergar vida en mundos donde el agua apenas existe, posibilidad que científicos del MIT plantean en un estudio publicado en la revista PNAS.
Durante décadas, la definición científica de habitabilidad en otros planetas se ha basado en la suposición de que el agua es indispensable, dado que es esencial para la vida en la Tierra. Sin embargo, según los investigadores, lo que hace habitables a algunos planetas podría tener muy poco que ver con el agua.
Los experimentos de laboratorio realizados por el equipo revelaron que un fluido conocido como líquido iónico puede formarse a partir de ingredientes químicos que se espera estén presentes en la superficie de ciertos planetas y lunas rocosos.
Estos líquidos, que son sales en estado líquido por debajo de los 100 grados Celsius, tienen una presión de vapor extremadamente baja, no se evaporan y pueden mantenerse a temperaturas y presiones superiores a las que tolera el agua líquida.
El estudio mostró que una mezcla de ácido sulfúrico y compuestos orgánicos con nitrógeno produce líquido iónico.
En planetas rocosos, el ácido sulfúrico podría generarse por actividad volcánica, mientras que los compuestos nitrogenados se han detectado en varios asteroides y planetas de nuestro sistema solar, lo que sugiere que podrían estar presentes en otros sistemas planetarios.
Además, los líquidos iónicos podrían ofrecer un entorno estable para ciertas biomoléculas, como proteínas.
Los científicos proponen que incluso en planetas demasiado cálidos o con atmósferas de presión muy baja para mantener agua líquida, podrían existir bolsas de líquido iónico.
Y donde hay líquido, podría haber potencial para la vida, aunque probablemente distinta a los seres acuáticos terrestres.
"Consideramos que el agua es necesaria para la vida porque es lo que se necesita para la vida en la Tierra. Pero si consideramos una definición más general, vemos que lo que necesitamos es un líquido en el que pueda tener lugar el metabolismo vital", afirma Rachana Agrawal, quien dirigió el estudio como investigadora postdoctoral en el Departamento de Ciencias de la Tierra, Atmosféricas y Planetarias del MIT.
"Si incluimos el líquido iónico como una posibilidad, esto puede aumentar drásticamente la zona de habitabilidad de todos los mundos rocosos".