Enrique Galindo Fentanes
El Dr. Galindo Fentanes es investigador del Instituto de Biotecnología, de la Universidad Nacional Autónoma de México. Es miembro de la Academia de Ciencias de Morelos (ACMor), de la que fue Presidente en el periodo 2007-2008.
Esta publicación fue revisada por el comité editorial de la Academia de Ciencias de Morelos.
Una mala noticia. La Fundación Internacional para la Ciencia (IFS, por sus siglas en inglés), decidió cerrar sus operaciones el pasado 30 junio de 2025. ¿La razón? La Swedish International Development Cooperation Agency (SIDA), su principal donador de recursos por 52 años, ha decidido no financiar más a la IFS. El Consejo Directivo (Board of Trustees) de la IFS trató de conseguir, por espacio de dos años, uno o varios donadores que fueran de la misma envergadura que la SIDA. Al no lograrlo, la IFS tomó la difícil decisión de cerrar esta institución.
La IFS, fundada en 1972, fue una organización sin fines de lucro que financiaba a los investigadores en países en vías de desarrollo al inicio de su carrera. Su Secretaría se encontraba en Estocolmo, Suecia, en la que trabajaban unas 11 personas.
“La misión del IFS fue obtener recursos y aprovechar su extensa red global de revisores, asesores científicos, exalumnos y Secretaría para fortalecer la capacidad de científicos y científicas prometedoras en el inicio de su carrera en países de bajos y medianos ingresos (LMIC, por sus siglas en inglés) para que adquieran las habilidades necesarias para:
- realizar investigación original relacionada con problemas reales y generar conocimiento científico fundamental y/o aplicable que pueda ponerse en práctica;
- contribuir a la alfabetización científica;
- comunicar sus resultados al público en general, incluyendo científicos, políticos y responsables de políticas, donantes y grupos de interés privados;
- influir en el establecimiento de prioridades científicas; y
- establecer contactos y colaborar con la comunidad investigadora global para definir las agendas de investigación, tanto locales como globales.”
Uno de mis primeros donativos como investigador, provino de la IFS (cuando México era considerado todavía un país “subdesarrollado”). Se trataba de donativos de cerca de $10,000.00 dólares americanos, que podían renovarse hasta por tres veces. El monto era bastante modesto, pero le permitía arrancar a un investigador que iniciaba su carrera. Lo que verdaderamente era una maravilla, era la administración de los recursos, que usualmente se quedaban en una cuenta bancaria en Suecia, desde donde se hacían los pagos. Además, el staff de la IFS era extraordinario: conseguían cotizaciones, lograban los mejores precios en lo que se adquiría, se encargaban de hacer los pedidos y de enviar los materiales o equipo menor hasta mi laboratorio en Cuernavaca. Nada de llenar formatos engorrosos para hacer pedidos, ni tiempos de espera de meses para recibir los materiales que uno necesitaba para su investigación. Tampoco había que llenar formatos en “sistemas” complejos para entregar los reportes de avance de los proyectos: bastaba enviar el manuscrito o el artículo resultado de la investigación, sin más “comprobantes”. No sólo eso: le ayudaban a uno a corregir el inglés de sus manuscritos y organizaban talleres de escritura científica. Once personas en Estocolmo manejaban cientos de proyectos vigentes en todo el mundo con una eficiencia extraordinaria. La IFS nombraba un “supervisor/supervisora” de su proyecto, con quien uno interactuaba frecuentemente, y quien siempre lo atendía a uno con una amabilidad espléndida.¡Ojalá todos los donativos para proyectos de investigación fueran como los que otorgaba la IFS!
La IFS apoyó a miles de investigadores que acababan de obtener su doctorado en algún país subdesarrollado (de forma más reciente, preferencialmente en África) y considero que fue crucial para desarrollar capacidades científicas en el así llamado “Tercer Mundo”. Es una enorme tristeza que desaparezca, no sólo para el “Tercer Mundo” (que sigue ahí, tristemente, sin alternativas de financiamiento como lo fue la IFS) sino para todos los que fuimos beneficiados con sus apoyos, ya que recordamos a la IFS con particular cariño.
En la figura 1 A y en el siguiente enlace [1] se resumen los principales logros de la IFS en sus 52 años de existencia. Esta institución financió a cerca de 9,000 investigadores en su etapa inicial de desarrollo, en 105 países, con un presupuesto total aproximado de $98 millones de dólares americanos. Los países beneficiados fueron aquellos denominados como del “Sur Global” (aquellos con un ingreso promedio bajo y medio). De ellos, el 43% fueron países del África Sub-Sahariana, 28% de países de Asia y el Pacífico, 24% de América Latina y el Caribe y 6% de Europa Oriental y África del Norte. Las áreas en las que la IFS otorgaba apoyos eran tres: a) Recursos Biológicos en Sistemas Terrestres, b) Agua y Recursos Acuáticos y c) Seguridad Alimentaria, Diversidad de la Dieta y Medios de Vida Saludables.
Figura 1. La reunión de la IFS en Benin. A, principales logros de la IFS; B, el Dr. Enrique Galindo (derecha) con la Dra. Eléonore Yaki Ladeka (izquierda), Ministra de Educación, Ciencia e Investigación de la República de Benin; C, Informe de la reunión de la IFS en Benin.
Además su labor en el apoyo de la ciencia para investigadores muy jóvenes, la IFS también otorgaba premios a sus grantees. Yo tuve la fortuna y el privilegio de ser distinguido con el premio más importante de la IFS, el Sven Brohult Award, cuyo nombre se debe al Director fundador de la IFS y que se otorgó en 8 ocasiones [2].
Con el fin de analizar la trayectoria y logros de la IFS, así como el futuro del desarrollo de capacidades para investigadores jóvenes en el “Sur Global”, en febrero de 2025 se llevó a cabo una reunión en el puerto de Cotonú, en Benin, África. Durante tres días interactuamos cerca de 65 personas, incluyendo investigadores que fueron beneficiarios de donativos (como fue mi caso), así como representantes de organismos financiadores y oficinas privadas y gubernamentales de apoyo a la ciencia. También participaron los miembros del staff de la IFS en Estocolmo, así como algunos políticos, como la Ministra de Educación, Ciencia e Investigación de la República de Benin, la Profa. Eléonore Yaki Ladeka (figura 1 B), quien también es Investigadora de la Université d´Abomey-Calavi y quien, al inicio de su carrera científica, recibió un donativo de la IFS.
La reunión de tres días en Cotonú, generó un informe en donde se plasmaron las principales conclusiones del evento y las propuestas para el futuro en materia de apoyo a los investigadores jóvenes en el “Sur Global”. El informe completo (figura 1 C) se puede ver en el siguiente enlace [3]. Destaco algunas de las conclusiones y acciones propuestas a tomar, que a mi juicio considero más relevantes:
- Crear incentivos para retener a los investigadores calificados, incluyendo salarios competitivos, becas y vías de desarrollo profesional. Uno de los principales aspectos detectados fue que buena parte de los investigadores apoyados por la IFS terminaban por emigrar a países desarrollados.
- Fortalecer las colaboraciones de investigación Sur-Sur y reducir la dependencia de las alianzas con países desarrollados.
- Desarrollo de un “Portal Global de Antiguos Recipientes de Donativos” de la IFS para facilitar la colaboración y el intercambio de recursos entre investigadores. Esto con el fin de aprovechar la extensa base de datos que la IFS ha generado a lo largo de 52 años, pero que, por cuestiones de confidencialidad de tales datos, no se puede hacer pública abiertamente.
- Mejorar la formación en comunicación científica, dotando a los investigadores de las habilidades necesarias para involucrar eficazmente a los responsables políticos y al público. Se identificó una dificultad entre los investigadores para traducir la investigación en un impacto real. Muchos investigadores producen estudios valiosos, pero sus hallazgos a menudo no llegan a los responsables políticos, los líderes de la industria ni al público en general. Una de las principales razones de esta brecha es que la comunicación científica sigue siendo altamente técnica, lo que dificulta que el público no académico interactúe con los hallazgos de la investigación.
- La formación en emprendimiento surgió como un área necesaria para los investigadores en inicio de carrera para poder comercializar oportunidades y resultados de investigación.
Estas últimas dos conclusiones me parecen de fundamental importancia, ya que, a pesar de que la IFS promovió importantemente la ciencia, fundamentalmente a base de publicaciones, no logró crear un impacto significativo más allá de la publicación por sí misma. Una de mis propuestas consistió en que fuéramos “más allá del paper” o de la ciencia CANA (esto es “Ciencia Aplicable No Aplicada”) y que transformáramos a la IFS en la IFI (International Foundation for Innovation). Esto sería posible si se enfatizan en el “Sur Global”, los temas de emprendimiento y de comunicación de la ciencia para públicos no expertos.
Figura 2. La Fundación y el “Startup Valley” de la Universidad d´Abomey-Calavi en Benin.
En la reunión de Cotonú, tuve la oportunidad de conocer una extraordinaria iniciativa: la Fundación y el “Startup Valley” de la Universidad d´Abomey-Calavi [4,5] (figura 2), que fue fundada en 2015, por el que en ese entonces fuera el Rector de esa Universidad, el Prof. Brice Sin Sin, que es un investigador de los más respetados en la zona de Cotonú/Abomey-Calavi, y en general en todo Benin. El objetivo de la Fundación es la de generar autoempleos para los numerosos egresados de las licenciaturas de esa Universidad, que tienen serios problemas para conseguir empleos. Esta Fundación se ha puesto como objetivo “Apoyar a los jóvenes graduados para que creen al menos 30 empresas innovadoras por año, que generen 1,000 empleos directos y al menos 5,000 empleos indirectos para 2025”. Ya ha logrado crear 150 empresas y 1,000 empleos directos “decentes y sustentables” [4]. Hay que mencionar que tenemos problemas comunes en México en términos del desempleo de los más preparados [5].
Con la amable guía de su Director Ejecutivo, el Ing. Maliki Agnoro, visité las instalaciones de Fundación (figura 3 A), en donde se incuban empresas y ví los productos que han desarrollado y puesto en el mercado (cremas, unguentos, mermeladas, etc., figura 3 B). También conocí al principal benefactor de la Fundación, un imporante empresario beninense, el Dr. Césaire Kapko (Presidente del Consejo de Administración de la Fundación y CEO de la empresa K-Polygone, https://www.k-polygone.fr/, con su oficina matriz en París) y quien se mostró muy interesado en lo que se está haciendo en emprendimiento en Morelos. Le compartí al Dr. Kapko las iniciativas y actividades de la Asociación Civil “Innovación con Ciencia” [7] que agrupa a 23 empresas start-ups de base tecnólogica que se han generado en Morelos, principalmente por alumnos, exalumnos y académicos del campus Morelos de la UNAM y que ya tienen varios productos en el mercado [8].
Figura 3. Visitando la Universidad d´Abomey-Calavi. A, Edificio de la Fundación y el Startup Valley en la Universidad; B, productos desarrollados por las empresas apoyadas por la Fundación; C, campus de la Universidad d´Abomey-Calavi; D, el Dr. Enrique Galindo (derecha) con el Prof. Sin Sin (izquierda).
Estando en Cotonú y Abomey-Calavi (que son ciudades vecinas), tuve la oportunidad de visitar brevemente las instalaciones de la Universidad de Abomey-Calavi (figura 3 C), una de las principales de Benin, en donde visité al Prof. Sin Sin en su laboratorio (Figura 3 D). También hice una rápida visita el mercado local, en donde encontré fascinantes colores, sabores y olores (Figura 4) y nuestros excelentes anfitriones nos llevaron a varios lugares que son atractivos turísticos de la región, como “El bosque sagrado del Vudu” (Figura 5 A) y la “Puerta del no retorno” (Figura 5 B) que es donde se embarcaban los esclavos hacia América. Además, nuestros anfitriones nos ofrecieron un fascinante espectáculo de danzas africanas (Figura 5 C).
Figura 4. En el mercado de Cotonú.
Figura 5. Atractivos turísticos de Benin. A, el Bosque Sagrado del Vudu; B, la Puerta del No Retorno; C, espectáculo de danzas africanas.
Sin duda, la visita a Benin fue de emociones encontradas. Por un lado, fue una despedida a la IFS, pero por otro lado, descubrí un país fascinante [9], no sólo por su cultura y colorido, sino por sus esfuerzos para promover el emprendimiento entre los más educados de sus jóvenes y una determinación para lograr un mayor bienestar para su población, al menos para los universitarios beninenses de la región de Cotonú y Abomey-Calavi.
Referencias
[1] Investing in future scientists. International Foundation for Science (https://www.ifs.se/IFS/Documents/Publications/Briefing%20Documents/IFS_summary_achievements_A3_Print-new.pdf).
[2] The Sven Brohult Award. International Foundation for Science (https://www.ifs.se/ifs-grantees/ifs-awards/the-sven-brohult-award/).
[3] The future of capacity development for young researchers in the global south: past, future challenges and opportunities. International Foundation for Science, February 2025 (https://www.ifs.se/IFS/Documents/Conferences/IFS%20_CONFERENCE%20_REPORT%20_THE_FUTURE_OF_CAPACITY_DEVELOPMENT_FOR_YOUNG_RESEARCHERS_IN_THE_GLOBAL_SOUTH.pdf).
[4] Fondation de l´ Université d´ Abomey-Calavi (https://fondationuac.org/).
[5] Startup Valley, Abomey-Calavi University Foundation, (https://www.uacstartupvalley.com/).
[6] Sin empleo, 41.6 % de mexicanos formados en ciencia y tecnología. En : https://www.jornada.com.mx/2017/06/29/sociedad/027n1soc
[7] “Innovación con Ciencia, A,C.” (https://innovacioncc.github.io/).
[8] Cruz, A., En el mercado ya hay 10 productos creados en Morelos, La Jornada Morelos, 5 de abril de 2025 (https://www.lajornadamorelos.mx/sociedad/en-el-mercado-ya-hay-10-productos-creados-en-morelos/).
[9] Cultura, costumbres y tradiciones de Benín (https://www.globalizationpartners.com/2024/07/30/benin-culture-customs-and-traditions/).
Esta columna se prepara y edita semana con semana, en conjunto con investigadores morelenses convencidos del valor del conocimiento científico para el desarrollo social y económico de Morelos.