Es cuestión de horas para que se materialice la llegada de Ernestina Godoy a la Fiscalía General de la República. ¿Qué implicaciones tendrá este nombramiento para el estado de Morelos? Por principio de cuentas, que podríamos quedarnos sin fiscal federal, pues Ulises Lara fue su brazo derecho en la Fiscalía de la Ciudad de México, y es posible que quiera tenerlo a su lado. La otra gran incógnita, es si reactivará Ernestina Godoy la persecución al exfiscal Uriel Carmona.

Ernestina Godoy aparece encaminada a convertirse en fiscal general de la República gracias a una serie de decisiones políticas y procedimentales que la han colocado en ventaja desde el inicio del relevo en la FGR. Su paso directo de la Consejería Jurídica de la Presidencia al puesto de fiscal de control competencial, antes de ser nombrada encargada de despacho, la posiciona como la opción natural para suceder a Alejandro Gertz Manero. El respaldo explícito de la presidenta Claudia Sheinbaum y la cómoda mayoría de Morena en el Senado convierten el proceso constitucional en un trámite prácticamente asegurado.

Aunque la convocatoria formal requiere integrar una lista de aspirantes, enviarla a la Presidencia, recibir una terna y votar por mayoría calificada, todas las rutas posibles del procedimiento conducen de manera favorable a Godoy, incluso en escenarios donde el Senado no cumpla los plazos o no logre acuerdos. La presidenta podría entonces enviar su propia terna o incluso designar directamente, siempre con la posibilidad de colocar a Godoy al frente.

Las señales políticas refuerzan este escenario: Sheinbaum ha mostrado públicamente su beneplácito y acelerará el nombramiento de un nuevo consejero jurídico, indicador de que Godoy permanecerá en la Fiscalía. Aunque la oposición denuncia que su postulación compromete la autonomía del organismo, dentro del oficialismo se da por hecho que la ratificación será rápida, sin contratiempos.

De hecho, es tanta la seguridad que tiene de ser ratificada, que ayer mismo, en su calidad de encargada de despacho, nombró a César Oliveros Aparicio al frente de la Fiscalía Especializada en Materia de Delincuencia Organizada. “Lo conozco desde hace muchos años y puedo decirles que es un servidor público, cuyo trabajo siempre se ha caracterizado por su capacidad técnica, profesionalismo y honestidad”, escribió Godoy en su cuenta de X al anunciar la designación.

Por otra parte, la anterior designación fortalece la hipótesis de que el cambio en la FGR fue motivado por las investigaciones de Delincuencia Organizada en contra de Adán Augusto López por sus nexos con “La Barredora” y últimamente en torno al empresario también tabasqueño, Raúl Rocha Cantú.

Recordemos que, tras la salida de Ernestina Godoy de la Fiscalía capitalina, el que se hizo cargo fue Ulises Lara, hoy representante de la FGR en Morelos. Pero en el año que estuvo al frente de la FGJ-CDMX, Lara López dejará a su paso una estela de casos polémicos por los que será recordado.

El primero ocurrió un día antes de asumir el cargo, cuando todavía era vocero de la institución. El 9 de enero de 2024, la fiscal Godoy lo ascendió a coordinador general de Investigación Territorial, cargo que ocupaba Oliver Pilares. Con ese movimiento estratégico de último momento, la morenista cubrió el requisito de la Ley Orgánica de la Fiscalía para dejar a su fiel escudero como encargado de despacho.

Un día después de asumir su nuevo cargo, el 10 de enero, la prensa reveló que Ulises Lara obtuvo, en fast track, su cédula profesional número 13908423, emitida por la Secretaría de Educación Pública (SEP) para avalar su licenciatura en Derecho por el Centro Universitario Cúspide de México, en un plantel ubicado en la alcaldía Iztapalapa.

Con dicho trámite (casualmente emitido en 2024, que apenas llevaba 10 días), el funcionario cumplía el requisito para poder estar al frente de la Fiscalía, pues su licenciatura en Sociología, sus dos maestrías y su doctorado no eran suficientes. Ante el escándalo en medios y redes sociales, aderezado por críticas de la oposición, el funcionario se defendió al explicar que cursó la Licenciatura en Derecho en 2016 en dicho centro, pero solicitó el trámite de la cédula hasta “hacía poco”.

Otro caso polémico que protagonizó Lara López ocurrió la noche del 14 de agosto de 2024, cuando llegó al restaurante Gin Gin, en la colonia Roma Norte, alcaldía Cuauhtémoc, y rescató al exgobernador de Chihuahua, Javier Corral, de una orden de aprehensión que personal de la Fiscalía Anticorrupción de su estado natal pretendía ejercer en su contra por los delitos de peculado y corrupción.

Videos difundidos en las redes captaron cuando se presentó como “el fiscal” de la CDMX y dijo que, aunque el personal ministerial de Chihuahua les presentó una solicitud de colaboración para la detención, en la Fiscalía capitalina “decidimos no colaborar”.

Luego, entre la gente y personal del Grupo Especial de Reacción e Intervención (GERI) de la Fiscalía (usado en casos de máxima seguridad), le abrió paso a Corral y ambos se fueron en una camioneta, presuntamente de su propiedad. En un videomensaje al día siguiente, negó que su acción fuera un rescate del hoy senador de Morena y dijo que sólo cumplió “estrictamente con la ley” para evitar una detención ilegal.

Javier Corral fue coordinador del Eje Fortalecimiento de la Democracia y Gobierno Honesto en el equipo de campaña de Claudia Sheinbaum Pardo, quien, a su vez, conoce a Ulises Lara desde la juventud, cuando ambos eran amigos y activistas universitarios.

Al día siguiente de asumir el Despacho, Ulises Lara acudió a un acto público del entonces jefe de Gobierno, Martí Batres, quien le dio la bienvenida en el gabinete de Seguridad y el espaldarazo político ante la polémica por su cédula profesional.

A partir del 16 de mayo del 2025, Ulises Lara López asumió la representación de la FGR en Morelos, sustituyendo al abogado morelense Hugo Bello Ocampo. Pero, a diferencia de su antecesor, Ulises siempre pareciera estar de vacaciones.

Sin mayores acciones más allá de hacer operativos contra gasolineras que dan litros incompletos, y poner a disposición de los jueces federales a las personas que son detenidas por las corporaciones locales por portación de arma de fuego, Ulises Lara tiene tiempo suficiente para hacer videos y escribir columnas a favor del movimiento cuatroteísta.

En los próximos días —y previo ungimiento de su exjefa como titular de la FGR— Ulises Lara tendrá que decidir si termina sus vacaciones en Cuernavaca para ir a servir a la 4T, o se queda en Morelos a perseguir a Uriel Carmona.

HASTA MAÑANA.