Son paulatinas las muestras de inconformidad por la pretendida alza a la tarifa mínima del transporte colectivo por parte de un grupo de transportistas.
Colectivos y organizaciones se han sumado al rechazo a la desproporcionada petición de líderes del servicio público, que carecen desde hace muchos años de argumentos para justificar su perorata, pues no sólo la calidad del servicio en Morelos es penosa, sino que los mismos representantes del gremio pierden credibilidad incluso en sus mismas organizaciones por no actuar por el beneficio del servicio.
Son de esperarse mayores voces en torno a un tema que va más allá del costo del pasaje: se trata de un cambio en el sistema estatal del transporte, pendiente desde hace varios lustros.
