Ayer, el líder de la bancada de Morena en el Congreso del estado dio a conocer que en conjunto con el Poder Ejecutivo trabajan en la creación de la Secretaría Anticorrupción, la cual vendría a sustituir a la actual Secretaría de la Contraloría.
El cambio estaría relacionado con la necesidad de armonizar la estructura de la administración pública local con lo que se hizo a nivel federal, tras la transformación de la extinta Secretaría de la Función Pública.
A nivel federal se establecieron diez pilares sobre los que —en teoría— actúa la nueva secretaría. Entre ellos destacan: garantizar que su ejercicio pase de un enfoque correctivo a uno preventivo; mantener una transparencia proactiva; centrar parte de sus estrategias en fortalecer la cultura de la denuncia; sumar a la sociedad y al sector privado en el combate a la corrupción; realizar investigaciones que inhiban la corrupción; lograr que las violaciones a la ley sean más caras que cumplirla; modernizar la administración para que con ayuda de la tecnología se inhiba la comisión de actos de corrupción y consolidar compras públicas transparentes. Todos estos elementos, sin duda, deberán estar presentes en esta nueva institución que se diseñará para Morelos, y sería aún más plausible que se lleven a la práctica.