Desde el inicio de la actual administración estatal, los llamados a la unidad y coordinación con los Poderes Legislativo y Judicial, y con los 36 municipios, han sido la constante, y esa voluntad quedó de manifiesto en los festejos patrios que acaban de suceder.
Al margen de lecturas políticas, es positivo para todos que tras un periodo en el que parecía que lo primordial era dividir, hoy se entienda que los únicos que se benefician de la confrontación son aquellos quienes desean que a Morelos le vaya mal.
Ojalá que este ánimo de unidad trascienda más allá de 2026, año en el que se empezarán a trazar los caminos políticos de la elección intermedia, e indudablemente los vientos soplarán para distintas direcciones.