El cuestionamiento de ayer de la presidenta Claudia Sheinbaum hacia los Organismos Públicos Locales Electorales (OPLES) es —junto con la eliminación de los diputados y senadores plurinominales, la elección por voto popular de las autoridades electorales del país y la reducción del financiamiento público a los partidos políticos—, uno de los temas que ocuparán un lugar central en el proceso para la construcción de la reforma electoral.
Esta propuesta también forma parte del “Plan C” que confeccionó en su momento el expresidente Andrés Manuel López Obrador, el cual incluye 18 reformas constitucionales, de las cuales varias ya han avanzado y hoy son una realidad.
Por ello, las palabras de ayer de la mandataria federal son prácticamente un aviso de lo que viene: la centralización de los procesos electorales, lo cual habrá de matizarse bajo el discurso del adelgazamiento del aparato electoral y así hacerlo más popular.