Diversas reacciones ocasionó el cierre de la planta de Nissan en CIVAC y no es para menos, pues se trata de una de las empresas de mayor importancia en la entidad, que además goza de un gran arraigo entre los morelenses.
Aunque hubo pronunciamientos que sugerían que se dialogue con la compañía y se pongan sobre la mesa alternativas para tratar de evitar su salida de la entidad, realmente es limitado el margen de maniobra tanto para el gobierno estatal como para el federal.
Es difícil imaginar que una organización del tamaño de Nissan se retracte de un anuncio como el que hizo antier, pues hay muchas cosas en juego y está de por medio su misma reputación.
Si bien el tema causó una gran estridencia en Morelos, a nivel federal no ameritó ni un pronunciamiento en la conferencia de prensa de la presidenta de México, y tampoco alguna comunicación oficial por parte de la Secretaría de Economía.