Si bien la propuesta para prohibir la venta de bebidas alcohólicas en unidades deportivas busca incidir en el combate a la delincuencia, hay muchos aspectos que deben ser minuciosamente revisados, pues -entre otras cosas- se ponen en riesgo negocios formales que tienen en la venta de bebidas alcohólicas muy buenos dividendos y que -de hecho- es lo que los vuelve rentables.
También es pertinente revisar a quién se delegará la responsabilidad de esta medida, pues dejárselo a los municipios sin tomar otras previsiones puede abrir la puerta a problemas mayores y alejar la propuesta de su esencia.
Ardua será la labor legislativa de análisis. Hacerlo a través de foros o espacios formales de consulta con los involucrados sería la forma más adecuada.