Son muchos los temas que están pendientes de revisar en la relación entre México y Estados Unidos, pero innegablemente hay cuatro de ellos que debieron ser abordados en la reunión de ayer entre la presidenta Claudia Sheinbaum y el subsecretario del Departamento de Estado del país vecino, Christopher Landau.
El impuesto a las remesas, el aumento de aranceles al acero y aluminio, la intensificación de las redadas para detener a migrantes y la protección a los mexicanos que resultaron detenidos tras la jornada de protestas en Los Ángeles, deben estar en ésta y en las siguientes reuniones que están próximas a desarrollarse, tanto con el secretario de Estado, Marco Rubio, que visitará México, como con el mismo Donald Trump, en caso de un posible encuentro en la Cumbre del G7, en Canadá.
Todos estos asuntos lastiman de una u otra forma al pueblo de México, y no hay forma de evadirlos si realmente existe un trato entre iguales entre ambas naciones, como tanto se pregona, pero que en los hechos seguimos padeciendo de las ocurrencias y la xenofobia de un gobierno que hace todo, menos tratarnos con cordialidad.