Sin embargo, minutos antes de la marcha, los afiliados del NGS se concentraron en las afueras del cerro de “La Tortuga”, a la altura de la comunidad de Chiverías, donde a pesar de las agresiones verbales y con la exigencia de la liberación del espacio, no se reportó enfrentamiento alguno entre los dos grupos.

Por su parte, los manifestantes del plantón del cerro lamentaron que se llegue a esta situación debido a la incompetencia de las autoridades municipales para resolver el conflicto, y señalaron que no cayeron en provocaciones, a pesar de que el grupo de trabajadores lanzaba insultos verbales y encendieron cohetes a fin de dispersar la multitud que se apostaba frente al plantón.

La marcha de los camioneros estuvo integrada de por lo menos 35 vehículos de volteo que durante su trayecto a la presidencia municipal sonaban sus cornetas en señal de protesta.

El representante del Nuevo Grupo Sindical, Rafael Meza Grijalva, señaló que esta movilización es en exigencia a que se reanuden los trabajos, ya que con ello se generan varias fuentes de empleo para este sector sindical y para los vecinos de la zona sur, toda vez que la empresa constructora “cuenta con los permisos necesarios para iniciar con este proyecto que beneficiará a miles de familias, que hoy en día se ven afectadas porque se han detenido los trabajos”.

Los integrantes del NGS fueron atendidos por representantes municipales que señalaron que se trata de un conflicto entre particulares, deslindándose de toda responsabilidad, aceptando que se otorgaron los permisos necesarios para esta obra, al cumplir con la documentación requerida por las instancias estatales.

Por su parte, Benito Paredes Noguerón, vecino de la comunidad de Tetepal e integrante del grupo de protección al cerro de “La Tortuga”, enfatizó que su postura es la misma: “no a las casas”, tras argumentar que estos terrenos son ejidales y no se pueden vender, que ya se dio la destrucción de árboles y en esta obra provocará la contaminación de manantiales y del centro ceremonial y la devastación del área natural protegida de este cerro.

Aseguraron que han buscado el entendimiento con las autoridades municipales, sin encontrar respuestas favorables.

En este acto hubo presencia de representantes de la empresa, lo que calificaron como acto de provocación, intentando disolver el plantón, sin tener éxito.

Los manifestantes que mantienen el plantón en el cerro hicieron el llamado a las autoridades municipales para desistir de los permisos otorgados y se de protección a este espacio natural, pulmón de la región sur.

Señalaron que rechazan rotundamente el proyecto de construcción de las 728 casas en un promedio de diez hectáreas, tres pozos para dotar de agua a 200 metros de profundidad, lo que amenaza con el abastecimiento del suministro a la población de la región que se abastece a través de tandeos.