En conferencia de prensa, su dirigente, Marcos García Álvarez, dio a conocer la respuesta que dio el presidente municipal Enrique Retiguín a la petición presentada días atrás, de que la Feria de Año Nuevo, que dura más de 20 días, se reubique en calles aledañas al Señor de Tula, en cuyo honor se realiza la festividad.

En el documento –que calificó de “chambón” por los múltiples errores que tiene–, el gobierno de Jojutla prácticamente anuncia que la feria se realizará como siempre, en las principales calles de la ciudad.

El oficio, fechado el 12 de octubre y firmado por el secretario municipal, César Bahena Valle, refiere que para reubicar la feria era menester buscar un lugar para su reubicación “de grandes superficies” (sic). “Sin embargo –prosigue–, el ayuntamiento que presido (así lo dice el secretario municipal, quien firma el documento) carece de recursos económicos, por ello, la autoridad municipal gestionó ante el congreso del estado un empréstito, que no fue aprobado, toda vez que la organización de la que usted es integrante, se encargó de manifestar expresiones negativas.”

Asimismo, en el documento, que firma el secretario Bahena Valle a nombre del “ayuntamiento que preside”, dice al dirigente de la Canaco que el Ayuntamiento, “ante la imposibilidad física, moral y económica de comprar el inmueble, ha decidido realizar la feria en los lugares que se ha venido realizando año con año, y por costumbres (sic), ha sido en las calles y considerando que las costumbres se hacen leyes, deben ser respetadas”.

Más aún, asegura que el Ayuntamiento ha realizado “el consenso y aprobación de la ciudadanía” para que la feria siga en las calles y pide a la Canaco que presente un “proyecto de alternativas reales y materiales para la solución del problema”.

García Álvarez deploró la respuesta del secretario en funciones de alcalde, y dijo que la no reubicación de la feria es por falta de voluntad, pues, y en respuesta al oficio del secretario, en primer lugar, la Cámara no se ha opuesto a ningún empréstito, sino que no se presenten proyectos para lo que se va a ocupar el dinero; también menciona que ese organismo camaral nunca se ha enterado de algún “consenso y aprobación” de la ciudadanía, pues el gobierno nunca ha exhibido documento alguno que lo sostenga y también critica que el gobierno diga que “las costumbres se hacen leyes”; a dos años de gestión, continúa, no ha hado solución al problema y el Jojutla de hoy es diferente al de hace 30 años, con más tráfico vehicular; hay riesgos de incendio y sólo se venden productos que se expenden en el mismo mercado, beneficiando sólo a algunas personas y no ha habido una rendición de cuentas real de los ingresos de la feria.

Reiteró que al gobierno le falta voluntad, pues si no tiene dinero, puede instalar la feria en algunas calles, en otro lugar, o concesionarla a particulares.

Aseguró además que la Ley General de Protección Civil para el estado de Morelos habla claramente de que debe haber un convenio y una supervisión de esta dependencia para que los puestos se instalen en las calles, además de que se violan los derechos de peatones y automovilistas al libre tránsito al obstruir las calles.

“Aquí se duplica el riesgo, porque estamos hablando de que son las calles principales y estamos hablando de que se ponen en riesgo vidas humanas; más allá de lo que se pierda económicamente, lo lamentable sería la pérdida de vidas humanas.”

Dijo que de presentarse incidentes –que nadie quiere– habría responsabilidad tanto del comité de feria como del Ayuntamiento y del Instituto Estatal de Protección Civil, “porque la ley habla de que tiene que haber un convenio firmado por las autoridades municipales, organizadores de la feria y el Instituto, y es un convenio que nunca se ha hecho. Al menos no nos consta a nosotros”.