La tradición surgió en 1984 y a la caminata se suman vecinos de colonias y municipios aledaños.
Tlaquiltenango. Varias decenas de niños con atuendos de “inditos” e “inditas” realizaron una peregrinación del Centro de Tlaquiltenango a la parroquia de la Virgen de Guadalupe, en Tlayehualco.
Acompañados por sus padres y familiares, los pequeños pasaron las principales calles para llegar a la iglesia en donde entraron y dieron gracias a la Virgen morena, que el día 12 fue festejada por su cumpleaños.
Reina Herrera Albarrán dijo que en 1984 su mamá hizo una promesa para su hija; tenía 5 años, y del centro del pueblo se fueron caminando hasta la parroquia, y así año tras año; en un principio eran puros vecinos, pero luego comenzaron a llegar de lugares más lejanos.
Explicó que esta tradición siempre se ha organizado el día 11 para partir del Centro a la iglesia, y vienen de distintas colonias del municipio, incluso, de otros municipios aledaños, ya que esta devoción se ha extendido y a las personas les gusta participar.
Eliazar Manzanares Espinoza, con más de 18 años como representante del pueblo ante la parroquia de Tlaquiltenango, encargada de la organización de las actividades, dijo que una de las más importantes era la organización del recibimiento de los peregrinos el 11 y 12 de diciembre: mandar invitaciones, recibir a los peregrinos, dar café, ponche, atole, tamales, tortas, pan… todo era por cooperación de algunas familias del barrio y en honor a la Virgen de Guadalupe.
Vienen de la colonia 3 de Mayo, de las Bóvedas, de Palo Grande, la colonia Celerino Manzanares, del Texcal… Desde las 6 comienzan a llegar y no paran: el 12 todo el día entran y salen.
En tiempos pasados había participación del barrio y había tecuanes, pastoras, cabalgatas y muchas actividades en honor a la Virgen, pero de acá a dos años ha caído un poco la participación de los creyentes y devotos, afirmó Eliazar.
La parroquia de Guadalupe del Barrio de Tlayehualco, localizada en la calle Plan de Ayala 23, en el Centro de Tlaquiltenango, fue anterior al exconvento de Santo Domingo de Guzmán, construido de 1530 a 1550.
Era la iglesia principal de poblaciones cercanas, por lo que siempre recibía gran cantidad de creyentes, y el día de la Virgen, el 12 de diciembre, se preparaban grandes cantidades de café, pan, tamales y atole para los peregrinos, que comenzaban a llegar desde las 6 de la tarde del día anterior: eran miles, según Eliazar Manzanares.
El 12 de diciembre de 1531, según los relatos tradicionales, la Virgen María se apareció al indio Juan Diego en el cerro del Tepeyac y le mandó que le dijese al obispo de México, fray Juan de Zumárraga, que le erigiera un templo. De ahí que cada año se le festeje en todo México, en América Latina y en algunas partes de Norteamérica.





