Erasmo Rita Pineda, pitero y fundador de los Tecuanes del Mirador, es reconocido por su labor de promoción de las tradiciones populares mediante su danza de tecuanes.
Tlaltizapán. Familiares, amigos, vecinos y alumnos dieron en último adiós a Erasmo Rita Pineda, pitero y fundador de los Tecuanes del Mirador.
Desde la mañana del 9 de septiembre, quienes conocieron a don Erasmo llegaron a ver su cuerpo y dar sus condolencias a la familia. Sus últimos restos mortales fueron velados en la calle Vía central, sin número, de la colonia El Mirador, en Tlaltizapán.
Nenetzin Taboada Rita, integrante de la danza y nieta del maestro, dio a conocer el 8 de septiembre que su abuelo había fallecido.
El miércoles 10 de septiembre, a eso de las 12 del día, el grupo de tecuanes que 40 años atrás fundó Erasmo, bailó por última vez en su casa, frente su féretro, y se despidió del maestro. La gran mayoría del actual grupo son jóvenes y niños.
A eso de la 1 de la tarde, el ataúd fue subido a la carroza y llevado, en procesión, a una cancha techada del mirador, en donde había un mural de don Erasmo y sus tecuanes.
Ahí la comunidad le rindió un homenaje y los tecuanes danzaron, ahora acompañados por Mauricio Macario, músico, a quien don Erasmo le enseñó a tocar los sones de la danza de los tecuanes y a quien Nenetzin le pidió de favor que tocara.
De ahí, la familia partió en coches y mototaxis hasta el panteón de Santa Rosa 30, para darle cristiana sepultura.
Erasmo nació el 2 de junio de 1937 en el Barrio del Rincón de Teloloapan, Guerrero, y fue el segundo hijo de Modesta Pineda y Celso Rita.
Cuando era joven se integró a diversas danzas, como “Los Moros”, “Tres potencias”, “Los vaqueros”, “La danza del Tenoxtle”, “Los pastores” y la “Danza de Tecuanes” de su pueblo originario.
En 1963 emigró con su esposa e hijos a Morelos y se estableció en Tlaltizapán, pero en 1985, Erasmo, quien trabajaba como jornalero, fue atropellado por un camión de carga de caña que le dejó gravemente herido.
Como siempre ha sido una persona de fe, prometió que si vivía formaría una danza para acompañar las celebraciones religiosas del pueblo.
En 1987, una vez recuperado, comenzó a prepararse para conformar su grupo de danza de tecuanes.
En esos años en Morelos, las danzas y las ceremonias eran cosas que sólo interesaban a los creyentes del pueblo, a los párrocos.
Practicaba mucho, poco a poco fue aprendiendo y también se grabó los diálogos, los nombres de los personajes, los pasos de la danza, hasta que finalmente un día reunió a un buen grupo de personas y montó la danza del tecuán.
Había muchas mujeres, eran sus hijas, sus nietas y sobrinas, porque pocas personas que no eran sus parientes se interesaron por formar parte de la agrupación.
Pues, finalmente, Erasmo Rita Pineda formó el grupo de tecuanes de El Mirador. Apenas sabía tocar la flauta, el tambor; conocía algunos pasos que había visto en presentaciones de tecuanes de otros barrios, también tenía fragmentos de parlamentos y una idea de los personajes y sus vestimentas.
No se parecía a ninguno porque tenía un poco de todos: danzaban de una manera distinta, los diálogos eran diferentes y el ritmo del pito y del tambor de Don Erasmo era algo singular.
En 1993 fue invitado a formar parte de la Coordinadora de Grupos Culturales, Indígenas y Populares, en donde hasta la fecha es reconocido por su labor de promoción de la identidad y participación en el arraigo de las tradiciones, mediante su danza de tecuanes.
En agosto de 2024, la Secretaría de Turismo y Cultura incluyó a Erasmo Rita Pineda en la categoría de “Tesoros Humanos Vivos Morelos 2024”; su persona fue referida como un hombre de 87 años, originario de Guerrero y residente de Tlaltizapán, que se dedicó a enseñar y transmitir la historia y danza de Los Tecuanes, además de crear y reproducir la música que acompaña esta danza.