Está sentado. Con la mano izquierda empuña un machete, la derecha aprieta su pierna y casi llega a su rodilla. Porta una capa y su clásico pañuelo en la cabeza.
La estatua del generalísimo mide dos metros de alto por un metro y medio de base; pesa más de 100 kilos y está hecha con fibra de vidrio y un baño de bronce, su propietario es Jorge Ganem Guerra, de 74 años de edad, nacido en Cuernavaca, Morelos, médico dermatólogo, escultor, pintor y un gran conversador sobre la historia de Cuernavaca y de sus héroes.

Memorias de la estatua del héroe

La escultura de José María Teclo Morelos Pérez y Pavón es hermana de una igual –pero de puro bronce– que en la actualidad se encuentra en un parque de la colonia Miguel López de Nava, del municipio de Jonacatepec –localizado la región oriente del estado–. Jorge Ganem cuenta la historia de ella:
–Esta pieza del Siervo de la Nación es única en México. Ahí está sentado nuestro héroe patrio, con toda la dignidad, con su gallardía y todo el porte de un héroe como no se encuentra en ningún otro lado. Yo la recuerdo hace muchísimos años en lo que ahora es la Plaza General Emiliano Zapata Salazar, en el centro de la ciudad, pero después, durante la administración de Emilio Riva Palacio que fue de 1964 a 1970, con el pretexto de una remodelación él mandó a desaparecer todas las esculturas que había en el zócalo de Cuernavaca, incluyendo ésta, la de Morelos. En 1986 andaba yo por Jonacatepec, en un balneario llamado Las Piletas y volví a ver la escultura y entonces comencé a hacer gestiones para que la obra fuera trasladada de nuevo al zócalo de Cuernavaca, pero nadie me escuchó. Viendo que yo quería llevarme la estatua a Cuernavaca, la escultura volvió a desaparecer y la encontré tiempo después en Jonacatepec, de nuevo, pero en un parque de la colonia Miguel López Nava. Don José María Morelos estaba muy dañado: le habían volado parte de la nariz y un dedo y en el cachete tenía un golpe muy fuerte. Lo habían agarrado de tiro al blanco y le dieron con bala y con piedras. Así lo encontré yo. De nuevo comencé a realizar gestiones, ahora con el edil de ese municipio, a quien le pedí permiso para hacer una copia y el alcalde me dijo que sí, pero con la condición de que antes arreglara las “heridas” que tenía el héroe. Y así lo hice. Una vez reparada, se hizo una copia de ella y es la que tengo ahora acá, en el estacionamiento; y la tengo acá porque ya no cabe en mi casa.

Nadie quiere al héroe

Desde que la obra está en el estacionamiento de su propiedad, Jorge Ganem ha ofrecido la escultura a gobernadores y a presidentes municipales para que la pongan en un lugar donde pueda ser apreciada, incluso tiene una maqueta, pero nadie la ha querido.
–Frente a plaza Cuernavaca, sobre la avenida Vicente Guerrero esquina con Taxco, hay un espacio cívico donde están todos los héroes, menos el que da nombre al estado: don José María Morelos Pérez y Pavón, nacido un 30 de septiembre de 1765 en Valladolid, Michoacán, capturado un 5 de noviembre de 1815 en Tezmalaca y juzgado por la Inquisición y fusilado el 22 de diciembre de 1815....

Morelos y su visión de patria

Para Jorge Ganem Guerra José María Morelos es el primer héroe que propone una constitución para una nación mexicana, no española sino mexicana; es decir, tuvo una visión muy clara de México independiente y a él le debemos esta concepción de nación, de patria.
El médico también menciona que junto a Morelos están dos héroes más de suma importancia para México y para nuestro estado: Benito Pablo Juárez García con sus Leyes de Reforma y el general Emiliano Zapata Salazar con su Plan de Ayala, ya que consolidan lo que hoy conocemos como México.
–A nosotros como morelenses y como mexicanos nos hace falta conocer de una manera más profunda nuestra historia; a las nuevas generaciones les falta conocer nuestra historia, para entender nuestras raíces; a los políticos le hace falta mucho conocimiento de los hechos y personajes que han forjado nuestra historia. El conocimiento de lo que hemos sido y somos nos haría mejores ciudadanos, mejores mexicanos –afirma Jorge Ganem Guerra.
Mientras, don José María Morelos y Pavón continúa a la intemperie, viendo con sus ojos de estatua el paso del tiempo y de las gentes, en un estacionamiento de una avenida que lleva su nombre. Alguien, quizá, podría llevarlo a un sitio en donde la gente sea quien lo observe a él y recuerde lo que hizo por los mexicanos; y también es posible que puedan poner alguna de sus célebres frases como la que reza: "Morir es nada cuando por la patria se muere".