Bajo esta lógica, el Tribunal señala que “en atención a los plazos decisivos que caracterizan la materia electoral, del primero de noviembre de 2013 al 31 de octubre de 2014, el 90 por ciento de los asuntos se resolvieron en un periodo de hasta 30 días o menos a partir de su recepción en el organismo”.
Cabe destacar que el tiempo promedio de resolución durante dicho periodo de tiempo fue de 11 días.
En este contexto, se informó que el seis por ciento de los medios de impugnación fueron resueltos en un periodo de tiempo que comprendió entre 31 y 60 días; en un tres por ciento, se emitió una resolución con un lapso de entre 61 y 90 días, y en tan sólo uno por ciento del total de juicios, se requirieron más de 90 días para emitir una sentencia.
Las magistradas y los magistrados que integran el máximo organismo jurisdiccional en materia electoral tienen presente que el tiempo de resolución de los asuntos en materia electoral es un indicador de vital importancia para que la impartición de justicia sea efectiva.
En ese sentido, se busca de manera constante la reducción del tiempo para la emisión de las sentencias. Lo anterior queda demostrado al contrastar los plazos de resolución en el periodo de procesos electorales similares; es decir, 2007-2008 y 2013-2014.
En el comparativo se refleja que entre 2007 y 2008, 83 por ciento de asuntos se desahogaron en un lapso de 30 días, mientras que 11 por ciento requirió de 31 a 60 días, el tres por ciento de 61 a 90 días y otro tres por ciento más de 90 días.