Y agregó: “nosotros no podríamos especular si ello tiene algo que ver con un amparo concedido a un particular en contra de la realización del proyecto, pudiera ser, sin embargo, es un hecho que el equipo anda en el puerto referido”.
Agregó que “era la única inversión que nos tenía más o menos ocupados, con algunos de nuestros camiones trabajando, pero con esto nos quedamos sin ningún contrato, nuestra flotilla de unidades está paradas y las pocas que laboran lo hacen en compromisos particulares, incluso se está pagando el 50 por ciento de los salarios a los trabajadores porque no hay para más”.
Incluso manifestó que “las acciones se suspendieron cuando la constructora Tradeco debía algunas semanas de pagos a los contratistas, lo único que se nos dice es que no hay dinero, sin embargo sabemos que la SCT ha estado al corriente con ellos”.
Y en lo que corresponde a la construcción del distribuidor vial en El Polvorín, al sur de Cuernavaca, también se llevaron la maquinaria, “aquí no sabemos a dónde, el caso es que sigue igualmente parada, no se ve ningún interés por acelerar los trabajos, a pesar del enorme retraso que tiene respecto a los tiempos comprometidos para concluir”.
Cuestionado sobre el caso de La Pera-Cuautla, el dirigente del Nuevo Grupo Sindical (NGS), Bulmaro Hernández Juárez, quien es el titular del contrato, sólo contestó: “no sabemos nada, vamos a consultar con nuestra gente para saber qué hay de cierto en todo eso”. Pero reconoció también que Tradeco tiene adeudos pendientes con ellos, pagos no cubiertos por dos o tres semanas, “cuyos montos no son significativos, pero para los choferes es su sustento diario”.