Entre movilizaciones multitudinarias en diferentes ciudades del país y enfrentamientos entre manifestantes y policías en el Zócalo de la Ciudad de México, transcurrió este sábado la jornada de protesta convocada por jóvenes contra la inseguridad.

La jornada de movilizaciones convocada para ayer, 15 de noviembre, por la Generación Z y el denominado “Movimiento del Sombrero” contra la violencia que se vive en el país terminó en una confrontación entre manifestantes y policías en el Zócalo de la Ciudad de México.

A la marcha que se realizó en la capital del país se sumaron organizaciones sociales, jóvenes, campesinos, adultos mayores, activistas, periodistas y actores políticos de la oposición; en al menos otras 89 ciudades del país también hubo movilizaciones.

En la Ciudad de México, los manifestantes se congregaron en el Ángel de la Independencia y avanzaron por Paseo de la Reforma, a partir de las 11:00 de la mañana, rumbo al Zócalo capitalino.

La manifestación transcurrió en calma durante todo el recorrido, hasta que un grupo de manifestantes que ingresaron con el contingente a la plancha del Zócalo lanzó piedras y objetos contra policías que resguardaban el lugar. Los uniformados repelieron la agresión.

Aunque manifestantes denunciaron que los elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) les lanzaron gases lacrimógenos, la dependencia rechazó las acusaciones y aseguró que se trató de polvo químico seco usado en extintores.

La confrontación entre manifestantes y policías subió de nivel cuando el grupo de inconformes logró derribar un tramo de las vallas colocadas para resguardar el Palacio Nacional. Ahí los enfrentamientos fueron directos.

De acuerdo con cifras de la SSC de la Ciudad de México, 100 uniformados resultaron lesionados: 60 fueron atendidos en el lugar por lesiones menores y 40 requirieron traslado a un hospital para recibir atención. De éstos últimos, 36 presentaron contusiones, cortaduras y lesiones menores, y cuatro reciben atención especializada por traumatismos y otras lesiones que no ponen en riesgo su vida. Por parte de los manifestantes no hay una cuantificación de lesionados, pero la autoridad refirió que fueron al menos una veintena.

En conferencia de prensa realizada ayer por la tarde, el secretario de Seguridad Ciudadana de la capital del país, Pablo Vázquez Camacho, comentó que fue un grupo de manifestantes encapuchados quienes lanzaron artefactos explosivos y varios de los uniformados fueron despojados de sus escudos y radios de comunicación.

“Los elementos policiales lograron replegar a este grupo violento, a quienes les fueron retirados objetos aptos para agredir, tales como piedras, palos, martillos, cadenas, coladeras —que rompieron de la propia plancha del Zócalo— y distintos elementos que sustrajeron del mobiliario de piedra del mismo, entre otros”, afirmó el funcionario.

Tras los disturbios, el titular de Seguridad afirmó que detuvieron a 20 personas que fueron remitidas al Ministerio Público y otras 20 que fueron remitidas por faltas administrativas.

Rechazó las acusaciones de represión hechas por los manifestantes y reiteró que “la Policía de la Ciudad de México realizó únicamente trabajos para contener y nunca para reprimir, sin responder a las provocaciones de estos grupos violentos y organizados”.

A través de un comunicado, la dependencia lamentó los actos violentos suscitados en la manifestación.

“Lamentamos que las causas legítimas por las que muchos marcharon se vean opacadas por grupos que buscan violentar y desestabilizar. Rechazamos de manera contundente que una marcha que fue convocada como un acto de manifestación contra la violencia haya tenido como principal forma de expresión, precisamente, la violencia y la agresión”, expresó.

También la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada, se refirió a los hechos.

“Esta ciudad es y siempre será un lugar donde se garanticen los derechos y las libertades, garantizando, por lo tanto, de manera plena, el derecho a cualquier expresión o manifestación pública. Sin embargo, expresarse de forma violenta atenta contra los derechos de los demás, y es por ello que condenamos enérgicamente cualquier forma de violencia en la ciudad y, de manera específica, la ocurrida esta tarde en el Zócalo, llevada a cabo por un grupo radical de manifestantes”, difundió a través de sus redes sociales.

La manifestación en la Ciudad de México fue la más nutrida de todas las ciudades participantes. La guerra de cifras en la capital del país, como sucede en estos casos, es amplia y no hay una cuantificación oficial, ni por parte de la autoridad ni de las organizaciones convocantes.

En las movilizaciones que se dieron en Cuernavaca las cosas fueron distintas. La marcha congregó a alrededor de 500 personas que partieron desde la iglesia de El Calvario hacia el otrora Palacio de Cortés.

También destacó la diversidad de personas, grupos y organizaciones que se sumaron a la movilización, que tuvo como eje articulador el rechazo a la violencia, pero también a los partidos políticos como Morena, PAN y PRI, a quienes recriminaron los malos resultados durante sus gobiernos.

El colectivo que se manifestó en Morelos destacó por su constante llamado a los demás movimientos y expresiones sociales para sumarse y unificar sus demandas.