Vidal Aranda manifestó que en realidad “no nos oponemos a la venta del producto, pero que se haga bajo las normas y el consumidor sepa quién lo elabora, el gramaje adecuado, la calidad del maíz. Nos hemos encontrado en Cuernavaca que a puerta cerrada están haciendo tortilla, no tienen licencia de funcionamiento, sacan el producto en camionetas y lo reparten”.

Asimismo, afirmó que “incluso en las Liconsas condicionan a la gente que compra leche para que compre tortilla”, y eso, dijo, “no es competencia leal porque esa persona que hace las tortillas en un lugar sin licencia y bajo la normatividad no paga impuestos y, obvio, puede vender más barato”.

El líder de los industriales en el estado afirmó que el consejo que encabeza se ha ido fortaleciendo en los últimos años y están “dispuestos a hacer un frente en común para pedir que se aplique la ley y no se permitan prácticas desleales”.

Citó otro caso que se está dando en Puente de Ixtla, donde el que tiene el monopolio de esta industria, “y que incluso le quitó a su familia las tortillerías, se quedó con todo el mercado. Pero ahora en Puente de Ixtla los mismos ambulantes se pusieron de acuerdo y le exigían determinada cuota amenazándolo de que si no, se iban a otro lado (Amacuzac), porque allá sí les daban lo que les pedía. Y ahora me entero que el precio de las tortillas es el más caro porque a los ambulantes les dan cinco pesos por cada kilo que vendan y diez pesos se quedan para el señor. Es un ingreso bajo. Resulta que se los quita, y ahora los ambulantes le subieron a 16 o 17 pesos por kilo. No sabemos qué va a pasar, pero son de las situaciones donde se demuestra que el ambulantaje no es más barato y afecta no sólo al sector, sino a las familias”.