El taxista David Camacho asegura que a la llegada de la pandemia de covid-19 que de por sí complicó su vida, tuvo que sumar las fallas mayores que ha sufrido su auto en ese periodo y que terminó por endeudarlo.

En ese calvario su vehículo se ha descompuesto en tres ocasiones, por lo que tuvo que conseguir dinero para pagar por la reparación.

Explicó que primero se endeudó con 10 mil pesos porque se percató de que empezó a fallar el motor del taxi y cuando estaba por terminar de pagar esa deuda se descompuso la caja de velocidades, por lo que volvió a pedir prestado y en la tercera ocasión le falló la suspensión.

El trabajador del volante dice que las fallas del vehículo tienen que ver con la falta de mantenimiento de la unidad, pero afirma que también es consecuencia del mal estado en el que se encuentran las calles. 

“Al taxi se le tiene que dar mantenimiento cada cierto tiempo, pero ahorita la situación económica está muy difícil. No hay dinero para el carro porque vamos al día, pero también es cierto que las malas condiciones de las calles, que están llenas de baches, provocan que los carros se descompongan”.

David señaló que su experiencia como transportista es de ocho años, por lo que puede asegurar que desde que llegó la pandemia sus ingresos económicos disminuyeron de manera considerable y a veces solo reúne el dinero para comprar el combustible.

También se quejó del servicio que prestan las empresas como Uber y Didi, que le quitan clientes.

 “Me gusta mi trabajo porque conoces muchas personas y muchos lugares, pero se sufre mucho porque a veces no hay pasaje y lo que nos queda es aguantar”.