En los meses más difíciles de la pandemia, Joel no entregaba “cuenta”.

“Ya pasamos la pandemia y ahora lo que afecta es la situación en la que se encuentran las calles. Por ejemplo, bulevar Benito Juárez y Leyva están llenas de baches; urge el bacheo en toda la ciudad, pero con cemento porque el chapopote se bota con las lluvias”, aseguró el taxista Joel Álvarez, quien asegura que su situación económica comienza a mejorar.

Joel tiene una trayectoria de 22 años como trabajador del volante y asegura que en los meses más fuertes de la contingencia sanitaria hubo días en los que no entregó la cuenta a su patrón, pues con mucho esfuerzo lograba juntar 100 pesos para mantener a su familia.

“Desde que empezó la pandemia he estado trabajando todos los días. Gracias a Dios tengo las vacunas y no he llevado contagios ni a mi casa ni a la gente. Le pedí a Dios que no se descompusiera el carro, porque si falla no hay dinero ni para el dueño”.

Aunque sus ingresos económicos disminuyeron de manera considerable, afirmó que no pensó en dejar el taxi, dado que, considera que por su edad (53 años) le resultaría difícil encontrar otra ocupación. Afortunadamente -apuntó- su hijo le ayudó con los gastos de la casa.