Martínez Salgado expuso que al año mueren 221 jóvenes por tal motivo que se sostiene como la primera causa de mortalidad en las personas de 15 a 29 años de edad.

Destacó que de las víctimas el 50 por ciento son peatones, y cada vez hay más afectados de menos de 1 año de vida porque los padres no usan los dispositivos de seguridad en vehículos.

En entrevista, el funcionario se pronunció a favor de que en todos los municipios se use el alcoholímetro al recordar que la Secretaría de Salud incluso entregó a 8 municipios equipos de medición de ingesta de sustancias etílicas en conductores. Sin embargo, enfatizó que no han sido usados como se desearía, y en los casos de Temixco y Zacatepec hasta se les pidió la devolución de los aparatos pues no se les daba ningún uso.

El secretario técnico expresó que además Morelos es un estado con vocación turística, por lo que mucha gente viene los fines de semana a consumir los alimentos y bebidas, pero lo peor del caso, advirtió, es que regresa al Distrito Federal, Puebla, Guerrero y otras entidades por carretera bajo el influjo del alcohol.

Durante las charlas impartidas a estudiantes de colegios particulares, Cuauhtémoc Martínez Salgado mencionó que los principales factores de los accidentes de tránsito son el desconocimiento del reglamento de tránsito, manejar sin moderación, utilizar la velocidad en combinación con el alcohol y drogas sobre todo, que no haya una cultura de respeto y cuidado al peatón, pero destacó que el 50 por ciento de las víctimas de accidentes son precisamente peatones.

Al conmemorar el Día Mundial para Recordar a las Víctimas, se realizaron pláticas dirigidas a estudiantes de preparatorias privadas, que en su mayoría cuentan con vehículo o ya conducen y salen a bares o discotecas en las noches. Se presentaron testimonios de quienes han vivido esta experiencia como Diego García Ruiz quien tenía 17 años en mayo pasado, cuando decidió subirse a un coche cuyo conductor había bebido: “Primero les quiero decir que tengan cuidado. Sí pasa; yo también creía eso de que no pasaba pero sí pasa, y bueno la recuperación y todos los aspectos es horrible, la familia… yo iba con un amigo, íbamos a exceso de velocidad en estado de ebriedad y tuvimos un accidente. A él lo tuvieron que operar, a mí también muchas operaciones. En el accidente yo me desmayé, no puedo decir que ahí sufrí pero todo lo demás, pues sí. Ha sido súper feo”.

El joven contó que ahora sabe que en ese momento es necesario pensar antes de actuar: “Es algo de inteligencia lo que nos faltó y el alcohol te borra la mente: no sabes ni lo que haces. Y pues hay que pensar mucho lo que vas a hacer y lo que puede significar un mal así. Ese día dijimos vamos a ver a unas amigas rápido, como algo equis, pero acabas con un accidente del que han pasado 6 meses y sigue la recuperación”.

Miguel García, padre de Diego, habló de la importancia de que los jóvenes se den cuenta de que además del accidente hay otras implicaciones como las legales y económicas, puesto que su hijo lleva 12 operaciones, ondodoncias y dos del mentón, lo que ha representado muchos gastos que han afectado la economía familiar, además de que un joven, expuso, puede terminar en prisión por homicidio imprudencial.

“Los accidentes de este tipo pasan porque siempre ellos están pensando que no les va a suceder nada. Están en una edad de mayor vitalidad y sienten que no les va a pasar nada y yo les digo que tengan conciencia de lo que puede suceder”, expresó Adriana Ruiz madre de Diego.

Al año en México, mueren 17 mil personas en accidentes de tránsito y la mitad son peatones.