“Se solicitan choferes con experiencia para ruta” se lee en un letrero colocado en la ventana de una de los microbuses de la Ruta 20, agrupación que cuenta con el mayor número de concesiones en la zona conurbada de Cuernavaca, 104.

La escasez de conductores de ruta ha llevado a los dirigentes de las líneas del servicio colectivo a buscar personal por cualquier medio, sin embargo, el problema más grave al que se enfrentan, es que la gente disponible no tiene experiencia en el manejo de unidades grandes.

Además, los concesionarios del transporte público con itinerario fijo revisan con más cuidado a los choferes que contratarán, porque muchos salieron de otras agrupaciones por problemas de dinero o irregularidades cometidas.

“Siempre hay necesidad de choferes porque no cualquiera quiere manejar una ruta, es más responsabilidad y pesado, además ya no obtienen los ingresos que en otro tiempo ganaban por manejar una ruta, esto ha generado carencia de operadores”, comentó Enrique Ramos Zepeda, líder de la Alianza de Transportistas.

La mayoría de los conductores de rutas son hombres que llevan años en el transporte público colectivo, los jóvenes en casi todos los casos duran poco tras el volante, porque sufren accidentes o simplemente no les convence lo que ganan.

“Antes era mucho más fácil conseguir choferes, muchos querían trabajar en una ruta porque ganaban más, ahora la competencia, la demanda del servicio que se ha mantenido, ha vuelto este negocio poco redituable”, añadió el dirigente transportista.

Concesionarios del servicio colectivo advierten que la falta de operadores podría agravarse más con la instalación de contadores de pasaje, sin embargo insisten en que es la mejor forma para tener control de los ingresos de una ruta, de ahí que buscarán establecer salarios que no afecten a los conductores.