En el mismo acto, se presentaron y otorgaron también reconocimientos a niños que han destacado en diversos concursos nacionales, en áreas como dibujo, canto y otras. En este marco, se dio a conocer que los niños son considerados la “Generación de Líderes del Bicentenario 2010”.

De manera protocolaria, se entregó un certificado a 26 alumnos de cuarto a sexto grado de primaria y de los tres grados de secundaria, de escuelas públicas y privadas, que ganaron en el concurso, en el que participaron en todo el país 26 mil aspirantes, que otorga mil becas del Bicentenario. Estos apoyos, que otorga el gobierno federal, implican la aportación de recursos para que los niños sigan estudiando hasta que terminen el nivel superior.

Es un orgullo ser de los más aplicados en el país

Jorge Campano Valdés es alumno de tercer grado de la secundaria general Cuauhtémoc de Axochiapan, es uno de los 26 morelenses ganadores de la beca. Dice estar feliz de ser de los más “aplicados del estado y del país” y sobre todo porque ya tiene asegurada su carrera en el futuro. Desde ahora ya sabe que quiere ser arquitecto, pues le gusta el dibujo y la idea de poder diseñar espacios, y su segunda opción es una ingeniería.

Jorge, quien dice que no le cuesta trabajo estudiar y dedica de una a dos horas en promedio diariamente a hacer tareas, lleva promedio de diez en las calificaciones del primer y segundo grado de secundaria.

“Se siente bonito porque mis maestros les dicen a mis compañeros que se sientan orgullosos de mí, que toda la escuela me reconozca por un logro que hice”, expresó.

Su madre Angelina Valdés Herrera, con evidente emoción y la voz entrecortada, expresó su orgullo porque Jorge le pone mucho empeño en la escuela: “Siento mucho orgullo porque sé que él va teniendo logros. Pasito a pasito, él va logrando su meta, y pues para mí es un orgullo muy muy grande ver que le reconozcan”.

Dijo que confía que se cumpla con el compromiso de becarlo para que estudie hasta que termine la universidad, aunque no le han explicado cómo va a operar el programa, si le darán recursos al mes o si le entregarán algún documento que lo valide. Mientras tanto, expresó una gran emoción: “Me siento muy bien porque a mí hasta cierto punto me preocupaba cuando él me decía que quería estudiar arquitectura, y pues que no pudiera lograr lo que él quiere por falta de dinero, y con esto me da mucha tranquilidad saber que está logrando un apoyo tan grande como esta beca”, agregó la ama de casa, quien reside en la cabecera municipal de Axochiapan, al oriente del estado.