Sabía de tu espera. Por eso dejé a un lado horas, auto, mujer, calle, mascota. Una música...

La noche anterior a la visita de la muerte, Ángel Estrella sintió pena por sus ochenta y n...

Sesenta minutos tardaba el camión en llegar a su destino. Desde el pueblo a la ciudad habí...

El profesor Omar Karipidis López regresó caminando a casa, como de costumbre. Las caminata...

A ellas, en su día. La mujer se asoma a la calle. Este día la ventana no es cárcel, sino u...

(Texto integrado en el libro “Memoria de la lucidez”, en el que escribimos una gran cantid...

Los vieron venir con su machete en mano, los rostros pétreos y ennegrecidos, un asomo de f...

SECRETOS DEL IRIS Había encontrado palabras para todo. Igual que un pintor, aprendió a com...

Los berridos del niño en la casa vecina son molestos, sobre todo porque suelen prolongarse...

A Elisa nunca le advirtieron respecto a la posibilidad de perder el sabor de los besos. Es...

Son las siete con siete. Truenan dos cohetes rompiendo el fresco de esta mañana de enero....

A mi mamá le molestaba que le dijera tía a la tía Aurelia. Al principio no entendía el por...

I Se llamaba Pedro. Lo supe algún día cuando su dueña limpiaba el corral y yo pasaba trota...

La primera gran acción que debes realizar es quitarte esa barba de tres días. No te ayuda...

Ha llegado la hora de hacer balance de las pérdidas y las ganancias. No sé si habrá sufici...

La alarma suena quince minutos antes de las siete. La noche anterior, antes de dormir, Hum...

María Luisa, este año han muerto las cinco crías de golondrina. Dos cayeron del nido y las...

1991 Da vueltas en su cuna, inquieto. Me hace pensar que no la pasa bien en el sueño. Lo q...

Era necesario esperar los primeros atisbos del sol, esos iniciales rayos del mismo color q...

DE MAR En el mar te encuentro. Te veo venir hacia mí desde las olas donde revienta tu pres...

Como si supieras que haría falta para tu ofrenda, plantaste hace mil años los pequeños br...

Uno no sabe por qué la vida te ofrece un asiento privilegiado en la butaquería de su teatr...

No puedo eludir el influjo de una luna como esta. La sangre calienta las yemas de mis dedo...

Salí a buscarlo aquella noche, como en tantas otras; no lo encontré. Seguí mi búsqueda dur...

Lo inventé una de esas noches en las que parece que el mundo se despedaza, cuando los rayo...

Durante los años que trabajé ahí nunca conocí a nadie más que hiciera un uso tan preciso d...

La tarde es como tanto les gusta: nublada, fresca, con un tendido de nubes denso que no le...

No era necesario que algún alto miembro de los órganos de inteligencia cubanos se enterara...

El anciano entró en la casa sin llamar ni pedir permiso. Quitó la aldaba del portón con de...

El viento fresco de la sierra corre en sentido contrario de nuestros pasos. Es un punto a...

La estrategia era sencilla: fingir un espanto, informar que no tenía hambre y poner la car...

Era lunes. Respiré profundo porque en cualquier momento llegarían. Ahí estaban ya. Escuché...

La gran mayoría llegaron en la centuria pasada. Vinieron desde un tiempo de estatuas caída...

No pude resistirme al influjo de la canción. Los olores de las botanas típicas de ese barr...

A Gilberto, aventurero en tierra firme. I Habían sido años sin volver en julio y mucho men...

¡Bravo! Esta encarnación de hoy te va muy bien, querida. Te ves maravillosa con el pelo ne...

A Gumersindo Tapia, pintor morelense Bálsamo, mi buen amigo. Esa es la palabra que giraba...

Debiste haber muerto tú y no otros, piensas. Ser a estas alturas recuerdo fresco y añoranz...

I Los grillos cantan baladas de alabanza a la nostalgia. II Si yo llevara luces de luciérn...

No sabía cuánto cabe en un aullido hasta esta madrugada en que rondan los moscos zumbando...